Estados Unidos en emergencia. Más de 240 millones de estadounidenses, el 70% de la población del país, están en alerta por la llegada de un brutal temporal de invierno, con fuertes vientos y precipitaciones, nieve intensa y heladas.
Dicho fenómeno meteorológico dejó sin suministro eléctrico a más de 1,5 millones de hogares en EE.UU. Ante ello, ciudades como Chicago y Nueva York optaron por declarar en emergencia sus estados. Con ello se anunció el el cierre de guarderías y colegios y la recomendación del teletrabajo.
Asimismo, en Nueva York se registraron fuertes inundaciones provocadas por la lluvia. Esto dejó a algunas regiones como Queens, Long Island, Nueva Jersey y el Bronx aisalados. Otros Estados han declarado el estado de emergencia, entre ellos, Oklahoma, Kentucky, Georgia y Carolina del Norte.
La tormenta, calificada de histórica, ha provocado desde últimas horas del miércoles nevadas, temperaturas glaciales y peligrosos vientos y heladas en las zonas montañosas del Oeste, el Medio Oeste y el sur.
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La exposición al temporal se extiende desde la frontera entre EE UU y Canadá hasta el golfo de México. El hecho de coincidir con el fin de semana navideño ha provocado cancelaciones y desvíos del tráfico aéreo. Por ello, la noche del viernes, se cancelaron más de 5.500 vuelos, con ello los aeropuertos más afectados son los de Seattle, Nueva York, Chicago y Detroit.
Asimismo, se han cerrado carreteras en gran parte del país. El personal de protección civil no da abasto para repartir mantas a los automovilistas bloqueados.
Advertencias
Ante ello, el presidente, Joe Biden, advirtió a los estadounidenses que se tomen la tormenta “de forma extremadamente seria”. Además, instó a la población a seguir las recomendaciones de las autoridades.
“Esta es realmente una alerta meteorológica muy grave. Y va desde Oklahoma hasta Wyoming, y de Wyoming a Maine. Y hay consecuencias reales, por lo que animo a todo el mundo a seguir las advertencias de las autoridades locales”, declaró Biden.
El país ha registrado mínimas de -48º centígrados en lugares como las Montañas Rocosas del norte, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés). La agencia ha descrito la tormenta como “única en una generación” y ha pronosticado una “gran tormenta anómala” que durará todo el fin de semana de Navidad, con nieve, fuertes vientos y bajas temperaturas anormalmente “peligrosas”.
El fenómeno meteorológico se extiende desde Nevada, parte de Utah, California, Idaho, Oregón y Wyoming, hasta el norte del Medio Oeste, los grandes lagos y los Apalaches centrales y septentrionales. La nula visibilidad, el hielo y las ventiscas han provocado al menos siete muertos en accidentes de carretera en Kentucky, Kansas y Oklahoma, mientras comunidades ribereñas del centro y el este del país han sido desalojadas por las inundaciones. En algunos condados del norte del Estado de Nueva York se ha prohibido la circulación rodada. “La gente debería quedarse en casa, no aventurarse en las carreteras”, aconsejó el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, en declaraciones a la CNN. “Sus familias quieren
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