Los casos de brutalidad policial en Chile se suman a la ya extensa lista de otros casos de violaciones ocurridos en Estados Unidos, Colombia y Hong Kong.

La brutalidad y el uso de fuerza excesiva por parte de la policía ha sido uno de los temas centrales de las protestas en el mundo. Los principales focos han sido Estados Unidos, Colombia, Hong Kong, Bielorrusia y ahora Chile.

Centenares de indignados manifestantes han salido a las calles de Chile para protestar en contra del abuso policial contra un joven que fue arrojado a un río; pero no ha sido el único caso, pues tan solo 48 horas después una carabinera arremetió violentamente sobre una joven en bicicleta.

El hecho ocurrió cuando la joven en bicicleta se encontraba mirando la manifestación en repudio a lo sucedido con el joven de 16 años, que fue arrojado desde el puente Pío Nono al río Mapocho por un oficial de las fuerzas de carabineros.

El incidente ha sido un nuevo golpe para la imagen de carabineros, la policía chilena, a la que organismos independientes acusan de cometer violaciones de derechos humanos durante las manifestaciones que siguieron al estallido social del 18 de octubre del año pasado.

Para la oficina de la ONU, el caso del puente Pío Nono “no es excepcional, sino que se suma a la ya extensa lista de otros casos de violaciones de derechos humanos por parte de fuerzas de orden cometidas en el contexto de manifestaciones sociales, que han sido documentadas en distintos informes a nivel internacional”.

Como recordamos, han habido más casos de abuso policial como el de George Floyd, Breona Taylor y Jacob Blake en Estados Unidos, el caso de Javier Ordóñez en Colombia o los casos de represión policial en Hong Kong por la polémica ley de seguridad.

De acuerdo a Amnistía Internacional uno de los motivos del incremento de casos de brutalidad policial es que con demasiada frecuencia no se lleva ante la justicia a los agentes que han matado o herido a personas al hacer uso ilegítimo de la fuerza.

De esta manera, Joanna C. Schwartz, una de las mayores expertas de EE. UU. en litigios de mala praxis policial, indica que “los departamentos de policía necesitan sentir mayores consecuencias cuando yerran en formar, disciplinar y supervisar de manera adecuada a sus agentes”.

De acuerdo al derecho internacional, los agentes de policía nunca deben usar los medios letales excepto como último recurso, es decir, cuando sea estrictamente necesario para protegerse o proteger a otras personas del peligro inminente de muerte o lesiones graves, y sólo si las demás opciones para reducir el peligro son insuficientes.
Muchos homicidios que hemos visto cometer a la policía en todo el mundo claramente no cumplen estos criterios.

Datos

* La Oficina para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos exigió que se lleve a cabo una “investigación exhaustiva”, que podría tener serias consecuencias legales para Chile.