El presidente ruso, Vladimir Putin, ha lanzado una advertencia contundente a Estados Unidos y sus aliados, indicando su disposición a armar a Corea del Norte si continúan suministrando armas avanzadas a Ucrania.
Esta amenaza surgió al final de su viaje a Asia, durante el cual firmó un pacto de defensa mutua con el líder norcoreano Kim Jong-un, reviviendo un acuerdo de la época de la Guerra Fría. Este pacto obliga a ambas naciones a proporcionar asistencia militar en caso de un ataque.
¿Por qué Vladimir Putin lanzó amenazas?
Putin justificó su advertencia argumentando que, si Occidente puede suministrar armas a Ucrania sin considerarse en guerra con Rusia, entonces Moscú tiene el derecho de armar a otras regiones del mundo.
Aunque no especificó qué tipos de armas podría proporcionar a Pyongyang, se especula que podría incluir tecnología avanzada en ojivas nucleares, misiles, submarinos y satélites, áreas donde Rusia posee una notable capacidad tecnológica.
Contexto
El contexto de esta amenaza es la decisión de Estados Unidos y sus aliados de permitir que Ucrania realice ciertos ataques en territorio ruso utilizando armamento sofisticado. Esta decisión, según Putin, ha incrementado los riesgos para las potencias occidentales que apoyan a Kiev. Además, la reciente visita de Putin a Corea del Norte subraya cómo la guerra en Ucrania ha dominado su política exterior, superando otras prioridades del Kremlin.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación ante las declaraciones de Putin y su pacto con Kim Jong-un.
Washington y Seúl han señalado que Corea del Norte ha suministrado misiles balísticos y municiones a Rusia, lo que ha ayudado a Moscú a superar la escasez de municiones en su conflicto con Ucrania.
Tanto Rusia como Corea del Norte han negado cualquier intercambio de armas que violaría las sanciones de las Naciones Unidas.
Durante años, Rusia participó en los esfuerzos de las Naciones Unidas para limitar el programa de armas nucleares y misiles de Corea del Norte, apoyando resoluciones destinadas a restringir el acceso de Pyongyang a armas y tecnología. Sin embargo, la postura de Putin ha cambiado drásticamente, ahora abogando por el fin de las sanciones que él mismo aprobó.
Esta nueva postura se debe a su deseo de aumentar los costos para Estados Unidos por su apoyo a Ucrania y la necesidad de Rusia de acceder a las reservas de municiones y armamento convencional de Corea del Norte.
El líder ruso ha advertido repetidamente a sus adversarios occidentales sobre no buscar la «derrota estratégica» de Moscú mediante una derrota en Ucrania.
Según Putin, esto marcaría el fin de mil años de historia del estado ruso, planteando la cuestión de si es mejor llegar hasta el final en este conflicto.