El Ministerio de Defensa de Rusia atribuyó directamente a Estados Unidos la responsabilidad del reciente ataque con misiles contra Sebastopol, en Crimea, que resultó en la trágica muerte de tres civiles, incluyendo dos niños. Según el comunicado emitido por el ministerio a través de Telegram, Rusia acusó a Washington de suministrar los misiles ATACMS a Ucrania, desde donde se lanzó el mortífero ataque.
El ministerio ruso enfatizó que todas las operaciones de los misiles táctico-operativos ATACMS son planificadas por especialistas estadounidenses, utilizando datos de satélites espías de Estados Unidos. Esta acusación subraya la implicación directa de Washington en la cadena de eventos que llevaron al trágico suceso en Sebastopol.
Rusia no ha vacilado en señalar también la complicidad del gobierno ucraniano en el incidente, al permitir que el ataque se lanzara desde su territorio. Esto refleja la tensión constante entre Rusia y Ucrania, exacerbada por la anexión de Crimea por parte de Moscú en 2014, un evento que sigue siendo un punto de conflicto geopolítico significativo.
El contexto del ataque contra Sebastopol
El ataque del domingo contra Sebastopol no fue un incidente aislado; más bien, es parte de una serie continua de hostilidades en la región. Sebastopol, hogar del cuartel general de la Flota rusa en el mar Negro, es un objetivo estratégico tanto militar como simbólico para Rusia. La península de Crimea, anexionada por Rusia, desempeña un papel crucial en su estrategia militar y logística en la región.
El misil que alcanzó Sebastopol fue uno de los cinco lanzados por las fuerzas ucranianas, de los cuales cuatro fueron interceptados por las defensas antiaéreas rusas. Sin embargo, el quinto misil logró evadir las defensas y explotó en un área costera, cobrándose la vida de tres civiles e hiriendo a más de ciento veinte personas. Este trágico incidente ocurrió en un momento de relajación y esparcimiento en la playa, aprovechando el clima cálido del fin de semana.
Respuesta y advertencia de Rusia
Ante el ataque que resultó en víctimas civiles en Sebastopol, Rusia no solo responsabilizó a Estados Unidos y Ucrania, sino que también advirtió que tales acciones no quedarán sin respuesta. El ministerio de Defensa ruso hizo hincapié en la gravedad del incidente, calificándolo como un «ataque terrorista» perpetrado con armamento estadounidense.
El gobierno de Joe Biden había otorgado a Ucrania autorización para atacar objetivos en territorio ruso, específicamente en áreas cercanas a la frontera, utilizando armas proporcionadas por Estados Unidos. Sin embargo, esta autorización no incluía el uso de misiles de largo alcance como los ATACMS, según indicaron fuentes estadounidenses a EFE.
El incidente subraya la fragilidad de la situación en la región y el potencial de escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania, con repercusiones que podrían extenderse más allá de las fronteras regionales. La comunidad internacional sigue atenta a los desarrollos y a las posibles respuestas que podrían surgir de las acusaciones y advertencias de Rusia tras el ataque en Sebastopol.