Luego de meses de control por la pandemia, el mercado va camino a convertirse en tierra de nadie por la presencia de mafias que protegen a los ambulantes de operativos de recuperación de la vía pública.
El problema es de tal gravedad que el alcalde de Piura, Juan José Díaz, advierte que si no hay el suficiente apoyo policial, habrán víctimas que lamentar.
“Nuestros fiscalizadores no tienen la competencia para enfrentarse a este tipo de mafias […] El actual general tiene mi respaldo, pero en este caso ya levanto un poco la voz, porque necesitamos atención especial. Es el mercado más grande a nivel nacional. Hay delincuentes extranjeros que empiezan a mostrar armas de fuego a nuestros trabajadores. Si no actuamos rápido, pueden haber muertos de mi propio personal o incluso de estas personas que retan a la autoridad. No podemos permitir que se salga de control”, declaró.
Este pedido puntual, refiere el alcalde, ya se lo hizo al general así como al presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Piura.
Refirió que es entendible que por la crisis política, el personal policial se replegó a otras funciones.
Desde su punto de vista, la intervención policial no solo debe ser con más presencia de efectivos sino con labores de inteligencia.
“Hablamos de mafias que las habíamos hecho para atrás con un trabajo coordinado, pero si nos dejan solos, podríamos perder [el control]” anotó.
Agresiones
Según la información recopilada por la Gerencia de Fiscalización, los encargados de organizar la “seguridad” a los ambulantes serían conocidos con los apelativos de “La Ñata”, “María”, “Leoncio”, “La Chama”, entre otros.
Su base de operaciones sería el sector aledaño a Inkari desde donde reciben las llamadas de alerta cuando se organizan los operativos de fiscalización.
Se calcula que el costo de este servicio varia entre los S/ 2.00 y S/ 5.00 diarios, por lo que un ambulante erradicado significa pérdidas para este grupo integrado por personas de diferentes nacionalidades.
Protección
De acuerdo a la subgerente de Operaciones de fiscalización, abogada Fiorella Ruiz, un aproximado de 20 a 30 fiscalizadores han sido heridos en los enfrentamientos con estos grupos de seguridad armados.
“Los fiscalizadores han sido heridos con ladrillos, piedras, palos, arma blanca y desarmadores de celulares. Hablamos de gente organizada cuyo negocio es proteger a los ambulantes a toda costa. Amenazan e incluso los siguen hasta sus casas. Por eso los tenemos que estar rotando de forma constante y enviarlos al centro”, afirma Ruiz.
Desarmador
El caso más dramático lo vivió un fiscalizador a quien le introdujeron un desarmador de celular en la espalda en un acto de represión por su labor en la calle.
“Ya estaba retirándose y le roban el celular. Siguió caminando y del grupo del sector de Inkari, que son los que salen en defensa de los ambulantes, le introducen el desarmador en venganza”, narra la funcionaria.
Recorrido
En esta espiral de violencia, los ambulantes parecen los mayores beneficiados.
A diferencia de anteriores fechas, ahora los vendedores informales tienen la confianza de llevar mayor cantidad de mercadería.
Así lo verificó El Tiempo en un recorrido por el centro de abasto donde se apreció que el sector Inkari y el jirón San Lorenzo están tomados para los vendedores informales.
La presencia policial no es notoria en estos sectores. En la visita, se divisó un grupo aproximado de ocho policías en el anterior ingreso de la Av. Mártires de Uchuraccay y S. Cerro.
De acuerdo a información de la Gerencia de Fiscalización, este el promedio de policías que llegan al mercado que tiene una dimensión de 23 hectáreas.
Por parte de personal municipal, se suman unos 160 agentes divididos en dos turnos diarios.
Peleas de box
La cereza del descontrol que se vive en el mercado lo representan las famosas peleas de box que se organizan en el sector de Manuel Seoane, junto al mercado Anexo de Piura.
El enrejado de la zona brinda las condiciones para que se organicen apuestas informales con dinero en efectivo por cada uno de los contendientes que son alentados por una gran cantidad de personas.