Ayabaca tiene dos horas diarias de agua. En algunos meses se deben de abastecer mediante cisternas o recurrir a los puquios. La solución estaba en la instalación de un sistema que captara de la quebrada Los Molinos y mediante bombeo llevar hacia la ciudad.
Sin embargo, esto no será posible, al menos por un buen tiempo. Según el representante del Colegio de Ingenieros y asesor del Colectivo por el Agua Potable y la Salud de Ayabaca, Abel Acuña, la obra está paralizada y no podrá reiniciarse, por lo menos dentro de dos años.
Explica que la obra está en arbitraje y existe un déficit de ocho millones de soles lo que se habrían destinado a pagar trabajos no ejecutados o mal hechos. Esto deja sin financiamiento a la obra que está paralizada desde el 2019 y cuyo contrato con el Consorcio Cautivo se rescindió el pasado mes de diciembre. Sin embargo, hasta ahora no se liquida la obra y por lo tanto no se puede conocer, cuánto será el saldo de obra.
La instalación de agua potable para Ayabaca se inició en el 2018. Sin embargo, por fallas en el expediente técnico se tuvo que cambiar el material de la tubería y eso demandó aproximadamente un año.
En este sentido, una de las razones por las cuales el reinicio de los trabajos va a tardar es porque el contratista no firma el acta de inventario de obra. “Han pasado nueve meses de que se rescindió el contrato y no se firma el acata de liquidación”, señala.
Es decir que no se puede conocer con exactitud lo ejecutado. Se estima que se han invertido treinta millones de soles, pero en las liquidaciones solo se da cuenta de veintidós. Ocho millones están “en el aire”.
Por esta obra la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción en Sullana, formuló denuncia contra el alcalde de Ayabaca, Baldomero Marchena Tacure, y otros siete funcionarios.
Datos
- Acuña señala que hasta hoy no se puede determinar dónde están los ocho millones de soles que la Subregión Luciano Castillo da como déficit. Se presume que sean pagos por trabajos no ejecutados o mal hechos que no debieron pagarse, por ejemplo, la plataforma para la colocación de los equipos de bombeo que debió tener veinte pulgadas de espesor y solo tiene doce.