Una gran mayoría coincide en que, para alcanzar un desarrollo sostenible, urge cerrar las brechas existentes entre zonas urbanas y rurales y en diversos sectores (educativo, salud, económico y otros). En educación, por ejemplo, Camilo García, decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Piura, afirma que la clave está en la “continuidad de las políticas educativas, unida a una gestión pública eficiente”.
¿Qué denota esta brecha, en este caso, tecnológica entre una zona y otra o de una familia u otra?
Esta realidad evidencia el abandono del Estado en ciertos sectores de la población denominada “vulnerable” y, también, el drama de las familias con escasos recursos económicos y su impotencia al no poder acceder a los recursos que, en su momento, ofrecían las escuelas públicas. Todo esto trajo como consecuencia, entre otras, el cierre de escuelas, índices negativos en los aprendizajes, el abandono escolar, etc.
¿Qué lección se aprendió (o ha debido aprenderse) de esta experiencia?
Lo anterior nos debe llevar a reflexionar sobre la importancia de implementar políticas educativas integrales, que se apliquen independientemente de los diferentes ciclos políticos o periodos de gobierno en nuestro país. Si queremos ser un país equitativo, sostenible, y que promueva la inclusión social debemos asegurar la continuidad de la educación, la promoción de competencias básicas y una mayor cobertura y calidad educativa para todos los ciudadanos.
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Pero ¿cómo lograr que la educación sea progresiva y cada vez más inclusiva y equitativa en las regiones, o entre zonas urbanas y rurales?
La clave es la continuidad de las políticas educativas, unidas a una gestión pública eficiente. Necesitamos que las autoridades educativas asuman su rol y compromiso para sacar adelante las escuelas y asegurar los aprendizajes de los estudiantes. Uno de los males de la educación es que los recursos no llegan o llegan tarde y esto se puede deber a la ineficiencia en el gasto o a la corrupción existente en dichos procesos. Necesitamos un horizonte ético para la educación en todos los niveles.
¿Qué política urge implementar para mejorar y hacer más accesible la educación?
Si queremos avanzar en educación, hay que centrar la mirada en los niños y jóvenes en situación vulnerable; ellos han sido los más afectados con la pandemia y en sus aprendizajes. A nivel pedagógico, hay que poner en la mira en los dos aprendizajes que todo estudiante debe poseer y potenciar: las matemáticas y la comunicación.
Otra política que urge implementar es la referida al desarrollo profesional docente. Hay que poner interés en mejorar las capacidades de los profesores. No solo para que sepan usar la tecnología sino para que puedan perfeccionar su rol como facilitadores del aprendizaje.
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