Aún se mantiene la incertidumbre sobre un posible triunfo de la candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, o del postulante de Perú Libre, Pedro Castillo.
En el conteo rápido de Ipsos al 100% mostró los siguientes resultados: 50,2% para Pedro Castillo (Perú Libre) y 49,8% para Keiko Fujimori (Fuerza Popular; tan solo una diferencia de 0,4%. Considerando que el margen de error es de +/-1, nadie se puede proclamar ganador. Frente a este empate técnico, solo queda la certeza de que, gane quien gane, tendrán que hacer un llamado a la unidad.
“El resultado continuará en empate técnico hasta que tengamos el resultado oficial. Pero hay un mensaje claro: que ninguno podrá decir que tiene el control absoluto de la sociedad, tienen un 50% del país en contra; quien tenga agenda propia tendrá que negociar. Si no hay una nueva alianza estratégica, política, no habrá estabilidad, sin importar quién gane”, aseguró el especialista en gobernabilidad de ESAN, José Ventura.
En ese sentido, comentó que habrá legitimidad numérica (así ganen por un voto), pero no tendrán legitimidad social, la cual solo se logrará con diálogo; además de bajar la división entre las facciones, es decir que el ganador tendrá que trabajar una agenda propia de reencuentro con la ciudadanía, disminuir los odios y miedos.
“Otro punto que tendrá que tomar en cuenta el ganador es el plantearse pasos para garantizar que se reconozcan los resultados hasta el 28 de julio, es decir, que el grupo perdedor lo acepte. Seguro saldrá el tema del fraude y eso no legitima a nadie”, añadió.
Por su parte, la especialista en gestión pública de la Universidad de Piura (UDEP), Juana Huaco, expresó su deseo por que el perdedor sea capaz de reconocer la derrota, para no repetir el tira y afloja que tuvimos en este último quinquenio, tras el triunfo de Kuczynski frente a Fujimori.
“Si gana Keiko, quizá tendría mayor apoyo del Congreso, pero en el caso de Castillo parece más complicado y deberá tener una actitud negociante. Al que gane, le queda bajar la agresividad y recordar que va a gobernar para todo un país, va a tener que dirigirse a ese gran sector de la población que no lo apoyó, mirando al país, dejar el tema partidario y ver qué necesitamos: salud y reactivación económica”, declaró.
Mientras que la lideresa naranja ofreció un mensaje similar: “Será fundamental tender puentes entre todos los grupos políticos. Al ver el mapa del resultado en la boca de urna, se muestran dos grandes bloques. Todos quieren un cambio, pero con una visión diferente; ese cambio lo tiene que buscar gane quien gane porque lo que se tiene que buscar finalmente es la unidad de todos los peruanos”.
Cabe decir que al 42,030% de actas contabilizadas por la ONPE, la candidata naranja llega al 52,905% de votos válidos, mientras que el candidato del lápiz logra un 47,095%. Sin embargo, el ente electoral precisó que estos resultados no recopilan los votos en el extranjero ni de las zonas rurales más alejadas.