Desde el inicio de la pandemia por coronavirus (COVID-19) en el Perú, se ordenó la continuidad en la atención de los pacientes con enfermedades crónicas. Sin embargo, es probable que el colapso sanitario provocara que algunos enfermos no fueran auxiliados y, por consiguiente, estos pudieran fallecer.
Según el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), en lo que va del 2020 se han registrado en la región 5.071 muertes; mientras que, en el mismo periodo del 2019, reportamos la cifra de 3.285. Esto supone una diferencia de 1.786 decesos.
“El exceso de muertes es un indicador que puede utilizarse para medir el efecto de una epidemia. Se busca un periodo de tiempo y se compara con el número de muertes promedio en ese mismo periodo en años previos. […] A partir de allí, se atribuye que esos decesos son potencialmente el efecto de la epidemia en su conjunto”, señaló el médico epidemiólogo Edward Mezones-Holguín, en una publicación.
Así, comentó que esto no implicaría que esos fallecimientos sean exclusivos de la enfermedad central de la epidemia, sino que también serían un efecto indirecto, “sobre todo por la respuesta mermada del sistema de salud y debido a otras enfermedades o condiciones médicas”.
Por su parte, el especialista en salud pública, Julio Barrena, enfatizó que las atenciones a pacientes crónicos continuaron, ya sea de manera presencial o remota: “Al paciente crónico, como diabéticos e hipertiroideos, se les siguió atendiendo y se les entregó su medicación, siempre y cuando no tuvieran síntomas respiratorios”.
Pero no descartó que hubiera casos que no pudieran ser atendidos por un efecto indirecto de la pandemia. En ese sentido, opinó que la cifra de fallecidos podría incrementarse por esta misma razón.
“Es posible que un paciente con fibrosis pulmonar, un asmático severo […] no pudieran ser atendidos porque las camas estaban ocupadas por pacientes COVID-19. Tenemos un incremento significativo de muertes, lo cual también podría implicar que otros pacientes que necesitaron cuidados especializados no fueron atendidos”, dijo.
Transferencias
El equipo multidisciplinario del Hospital Santa Rosa continúa atendiendo a los pacientes con VIH-Sida, pero las atenciones se brindan en el local de la ONG AHF, en la urbanización Clark.
Asimismo, los pacientes oncológicos han sido derivados al centro de salud Víctor Raúl. Debido a la emergencia sanitaria, algunos pacientes no pudieron viajar a Lima para recibir su tratamiento, pero la Dirección de Salud hizo la gestión para que llegaran a Piura los medicamentos.