A consecuencia de que los fiscalizadores ya no están presentes en las calles del centro histórico, decenas de ambulantes siguen regresando paulatinamente a las calles del centro.
En las veredas del óvalo Grau y calles aledañas, es cada vez más numerosa la presencia de vendedores de mascarillas y vendedores de fruta en carretillas y triciclos.
Por otro lado, los motociclistas vuelven a convertir las esquinas en paraderos improvisados, para captar pasajeros, generando desorden en las vías.
Otro problema es que algunos conductores de mototaxis también volvieron a ingresar al centro de la ciudad, para captar pasajeros sin importar que está prohibida mediante ordenanza municipal, la circulación de estos vehículos menores en el casco urbano.
La decisión municipal de reducir el anillo vial para los mototaxistas, tampoco a servido para reducir el caos en el transporte.
Por último, como ya se ha advertido antes, los buses interprovinciales siguen operando en la avenida Loreto, ocasionando caos en esta vía al momento de la salida o entrada de unidades a los terminales. El riesgo de accidentes es cada vez mayor.