En medio de la indiferencia de la población, los familiares de 716 piuranos hospitalizados por COVID viven su vía crucis diario en el exterior de los nosocomios. El momento más crítico es cuando reciben los informes médicos.
“Tu papá está en estado crítico, en cualquier momento puede quedar inconsciente y tener una inflamación generalizada. Tiene 90% de sus pulmones comprometidos, no hay mucha esperanza”, fue el mensaje que le dieron a un joven comunicador sobre su padre de 61 años internado en el hospital Cayetano Heredia.
Su padre, un profesional médico, se contagió en Tambogrande y desde la aparición de los síntomas se estuvo tratando en casa con un concentrador de oxígeno. “Es una angustia esperar los informes médicos”, dice.
Pese a ello su saturación no subía de 91, por lo que su familia lo internó en la villa del hospital regional.
A pesar de su estado crítico, el sistema de cánulas de alto flujo fue su salvación.
“Ha sido un milagro de Dios y creo que lo ayudó la vacuna que recibió”, dice el comunicador quien ahora espera el alta de su padre.