Hace dos años, Emily Córdova, fue la primera niña en el Perú en asumir la presidencia del país por un día. En un acto simbólico Emily se convirtió en la voz de todas las niñas peruanas para pedir igualdad.
«Estoy aquí porque soy el reflejo de muchas niñas que no pueden tener la oportunidad como yo de dirigirse a ustedes, personas tan importantes. Necesitamos tener estos espacios que nos ayuden a visibilizar nuestras propuestas con personas como ustedes, decisoras, que nos tomen en cuenta y puedan representarnos», dijo la niña presidenta en su momento.
Hoy, en el Día Internacional de la Niña, recogemos sus preocupaciones y propuestas sobre cómo podemos proteger a las niñas durante la pandemia por el COVID-19 y los retos que supone estudiar desde casa.
Emily tenía 15 años cuando se convirtió en presidenta del Perú, viajó desde su natal Piura, gracias al programa «NiñasconIgualdad» de Plan Internacional, y tomó el poder para visibilizar los problemas que atraviesan las niñas de las zonas rurales en el Perú: dejar el colegio por un embarazo adolescente, el machismo y el trabajo infantil.
«Somos niñas y somos protagonistas, somos capaces, tenemos derechos y aún la sociedad no sabe que con igualdad lo lejos que podemos llegar nosotras. Crean en nosotras, inviertan en nosotras», dijo Emily a las personas más importantes del Perú.
Dos años han pasado desde ese suceso y el pensamiento de Emily no ha cambiado ni un poco: Las niñas siguen en riesgo y merecen más oportunidades.
Es por eso que ve con preocupación como la pandemia por el COVID-19 ha puesto en vulnerabilidad a las niñas, quienes ahora se enfrentan a el acoso por redes sociales y a las brechas de la educación digital.
No tenemos señal
Aprendo en Casa, es el programa que el Gobierno creó para que el año escolar 2020 no se viera perjudicado por la emergencia del nuevo coronavirus. El programa consistía en emitir las clases de la educación básica regular por medio de los canales del estado y una plataforma web. Aunque la propuesta era muy optimista, no tomaba en cuenta que en el Perú no todos tienen una computadora, celular, una radio o un televisor para poder escuchar dichas clases.
No hay señal, no recibo clases y no aprendo.
Emily cuenta que en su comunidad solo algunos niños cuentan con los dispositivos para recibir clases y aún así les resulta complicado mantenerse al día. «En mi tiempo libre ayudaba a mucho niños a realizar las tareas que les dejaban porque no entendían en la clase», cuenta Emily, «Los padres tampoco pueden ayudar a sus hijos con las tareas porque mucho no terminaron de estudiar».
Además, el internet es demasiado lento cuando se trata de una zona rural, ella misma ha experimentado de primera mano lo que es perder una sesión porque la señal es mala o no poder escuchar bien lo que dicen sus profesores.
«Como hay mala señal los escolares no reciben sus clases, y no pueden aprender. Si no estudian ¿Cómo pueden cambiar su futuro?»
Emily está convencida que la educación es la única que puede cambiar vidas ¿Por qué las niñas están siendo privadas de ese derecho?
Sufrimos violencia
Otro de los problemas que le preocupan a Emily es acoso por medio de las redes sociales que sufren las niñas desde que el aislamiento las obligó a comunicarse por el mundo digital.
Emily sabe que las redes sociales se han convertido en una forma de agredir a más niñas, por medio del bullying cibernético y el grooming.
«En las redes sociales las niñas sufren violencia, se burlan de su apariencia, de sus pensamientos y son acosadas por personas mucho más grandes que ellas ¿Por qué no pueden utilizar la tecnología sin ser violentadas?».
Desde su trinchera se ha sumado a la campaña global de Plan International: Niñas con igualdad que este año tiene como lema conectadas y seguras, que busca crear conciencia sobre este nuevo tipo de violencia que afecta principalmente a las niñas y cómo las autoridades y los padres de familia deben garantizar que estos espacios sean seguros para todos.
Para Emily las autoridades deben garantizar que todos los espacios sean más seguros para las niñas y niños, e insiste que el acoso no debe tomarse a la ligera, que es una de las principales causas por las que las mujeres no denuncian este delito.
En el caso de los padres, ella es consiente de que muchas veces el trabajo y el poco tiempo no le permite a los padres comunicarse con sus hijos para saber qué problema tienen y conocerlos mejor, pero insiste en que en cada hogar se debe generan un ambiente de confianza para que los niños se sientan seguros y avisen cuando son víctimas de violencia.
Niñas con igualdad
Desde que Emily fue presidente del Perú por un día asumió retos personales: contribuir desde su comunidad para seguir empoderando a más niñas.
Con esa ambición Emily empezó a planificar su futuro, estudió mucho para poder obtener una beca y continuar con sus estudios universitarios. Actualmente cursa el primer ciclo de la carrera de Economía en la Universidad de Piura, apoya a las niñas y niños de su comunidad en sus clases virtuales y continua capacitando a las niñas sobre la salud reproductiva.
Está convencida que la educación es la única que puede cambiar vidas y sueña con el día en que todas las niñas del mundo tengan esa oportunidad, por ello siempre dará su voz para que sean escuchadas.
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