Este año, un total de 576,275 docentes que se desempeñan en los diferentes niveles del sistema educativo peruano, celebran hoy, 6 de julio, el Día del Maestro, según información del Ministerio de Educación (Minedu).
El año escolar 2020 estuvo lleno de cambios a consecuencia de la pandemia por el COVID-19, unas semanas antes de que el Perú declarara un estado de emergencia, las clases fueron suspendidas para garantizar la seguridad de los escolares.
Con la estrategia Aprendo en Casa que consiste en transmitir las clases de la educación básica regular y especial salieron a la luz muchas las barreras que existen en el acceso a la educación.
Mientras que algunos niños tienen un televisor y un celular en casa, otros no cuentan con estos recursos y la señal de los canales del estado no llega a sus comunidades.
Frente a este reto dos docentes de Piura pusieron manos a la obra para implementar estrategias que les permita enseñar a sus alumnos y lograr que este año sea provechoso.
En la siguiente nota contaremos la historia de dos docentes que con mucha creatividad, sacrificio y vocación han logrado llegar a sus estudiantes para cumplir con su labor de enseñar.
El profesor que busca a sus alumnos
Rogey Zurita es profesor de matemáticas del colegio Santa Rosa ubicada en el caserío Tuluce, distrito Sóndor, provincia de Huancabamba. Tiene 102 estudiantes y este es su primer año como docente.
Rogey se hizo viral en la redes sociales por ser el profesor que alquiló una motocicleta para llegar a los caseríos en donde viven sus estudiantes. Diariamente realiza viajes, algunos de hasta dos horas, para llegar sus hogares.
Rogey aplicó este método porque no todos los escolares tenían acceso al internet, a una señal de televisión o de radio. En las primeras semanas solo pudo comunicarse con 12 de los 102 alumnos que tiene a cargo.
Con esa motivación que se tiene cuando se está seguro que ha nacido para hacer algo, Rogey decidió buscar uno a uno a sus alumnos y no dejarlos abandonados.
«Las dos primeras semanas que iniciaron las clases mediante la estrategia de «Aprendo en Casa» intentaba llamar a mis estudiantes y comunicarme. Pero lamentablemente la mayoría de los niños no cuenta con un dispositivo celular, no tienen radio y televisión y mucho menos internet. Lo que hice fue buscar nuevas estrategia, al final el único medio que fue factible fue alquilar una moto e ir a buscarlos», cuánta Rogey.
Gracias a la moto llegó a sus casa, llevo la clases impresas y estableció un horario para poder explicar la lección.
¿Qué hace Rogey? Cómo tiene diferentes grados se organiza por días para visitar 7 caseríos, el lunes visita la zona más lejana e imparte su clase, acude de cuaderno en cuaderno para explicar la lección y comprobar que todo ha sido entendido.
Y no solo enseña matemática, sino le recuerda a sus alumnos los cuidados que deben tener en casa para prevenir el COVID-19.
Cuando los niños viven un poco más cerca lleva una pizarra y repite el método de agruparlos de 6 a 8 personas, siempre cuidando la distancia.
El esfuerzo que realiza Rogey para buscar a cada uno de sus colegiales es simple:
«Es algo que me apasiona nace en mi, la educación es lo único que puede transformar vidas y cambiar realidades. Sé que para los niños de la sierra es difícil el acceso».
Rogey es natural de Cajamarca, en su último año de colegio ganó la Beca Vocación de Maestro del Pronabec y estudió Educación en la Universidad de Piura, él es la prueba más grande que si uno se esfuerza puede cumplir sus metas
Desde que es un niño, el sueño de Rogey era ser maestro, encontró su vocación gracias a su afinidad con las matemáticas, pero Eogey sabía que sus padres no tenían los recursos para darle una educación superior, la beca del Pronabec fue una bendición.
«Desde niño siempre me gustaba enseñar, ayudaba a mis amigos, a mis primos porque sobresaliente y me esforzaba mucho por serlo. Yo sabía que mis padres no me podían ayudar para seguir mis estudios, pero no me desanime. Ese año salió la Beca 18 y cumplía con los requisitos y gané la beca», recuerda.
Rogey lo tiene claro, todo el esfuerzo que invierte para que sus estudiantes aprendan, en con la finalidad de morivarlos a ser mejores.
«Quiero orientar a mis alumnos a que sean mejores a que salgan adelante, que entiendan que la educación es lo único que transforma vidas».
Cuando revisa cada problema resuelto, cuando recibe una pregunta, cuando sus alumnos le dicen que es el único profesor que se ha preocupado para que ellos aprendan, no puede evitar sentir que sus acciones han valido toda la pena del mundo.
Las cosas no han sido fáciles, como profesor primerizo había realizado todo un plan durante su año escolar para que ninguno de sus alumnos terminará el año sin aprender, pensó en alquilar un local y dar clases de reforzamiento a cada uno. Con la emergencia, la estrategia se cambió pero la meta sigue siendo la misma.
«Quería llegar a mis estudiantes y no sabía cómo, por eso fui a buscarlos y alquilé la moto y hago esta labor. Ninguno de mis alumnos dejó de estudiar».
¿Qué quieres decirles a tus colegas por su día?
Quiero decirles a mis colegas que nuestra que la educación cambia realidades y que busquemos nuevas estrategias para llegar a nuestros estudiantes, que todo lo hacemos por ellos y por ayudarlos a buscar un futuro mejor.
La docente ecológica
Janeth Pizarro es una profesora que desempeñan un cargo muy común en las zonas rurales de la región, es la directora de un colegio unidocente, lo que la convierte en directora, administrativa y profesora a la vez.
Su colegio, I.E. 20028 El Faical en el distrito de Yamango, provincia de Morropón y tiene 21 alumnos de diferentes grados.
Cuando terminó sus estudios universitarios decidió dedicarse a la docencia en las zonas rurales y tiene 5 años siendo docente.
Su primera experiencia fue en un colegio unidocente, le gustó tanto la experiencia que decidió esforzarse para lograr el nombramiento en la escuela en donde hoy ejerce su labor.
Los primeros días no eran fáciles, caminaba varias horas y subía cerros para llegar a la institución, ni las lluvias de la sierra o el camino rocoso la detenía para llegar a su salón.
Janeth Pizarro recuerda que los padres de familia le decían que no vaya al colegio en los días de lluvia, y que no tenían mucha supervisión, pero no podía fallarle a su misión, la educación de los niños dependía de ella.
En sus primeros años tuvo muchas experiencias que la han definido como docentes, el enseñar las materias en los diferentes niveles que tenía en un aula formaron su paciencia y determinación.
Hoy con la emergencia ha redefinido por completo su enseñanza, porque lidia con las dificultades de la comunicación.
«Mis alumnos no tienen señal para escuchar los programas de Aprendo en Casa y algunos no cuentan con televisor o radio», cuenta que con mucho esfuerzo sus padres buscan señal para poder recibir los mensajes que les envío por WhatsApp para que puedan estudiar».
¿Qué hace Janeth? Recibe todo el material de Aprendo en Casa y lo adapta para sus alumnos, todos los fines de semana avanza cerca de 30 sesiones para sus alumnos en los diferentes niveles académicos y los envía por WhatsApp. Diariamente los llama para ver sus avances y resolver juntos las lecciones.
Siente que su trabajo se ha triplicado, pero al final del día se siente satisfecha cuando una lección habido bien aprendido.
La enseñanza de Janeth es espacial, ella se ha esmerado en una educación con mucha conciencia sobre el cuidado del medio ambiente.
En el colegios hay un biohuerto que los alumnos han sembrado con sus manos, ahora con Aprendo en Casa cada uno de sus estudiantes también emprendió un biohuerto en sus hogares.
«Ellos riegan sus plantas, hacen su compost y se esmeran por cuidarlas, cada alumno que pasa por este colegio tiene una plantita ya sea en la comunidad o en el plantel».
Al ver que poco a poco su colegio se fue reforestando y que sus alumnos se mostraban entusiastas con el proyecto decidió abrir una página en Facebook para difundir el trabajo de sus pupilos.
«Con permiso de sus padres y la ayuda de unos amigos hicimos una página de facebook para difundir sus trabajo, porque al final del día el alumno se muestra más motivado cuando reconocen su trabajo», señala.
El trabajo de los alumnos de Janeth se viralizó y tiene seguidores por diferentes partes del mundo, enseñar sobre el cuidado del medio ambiente ha formado a niños comprometidos y conscientes.
Es así como también fue tendencia una serie de cuentos sobre el Coronavirus hechos por niños y para niños
«Tuvimos un taller de escritura y los chicos realizaron cuentos sobre el Coronavirus, aprovechamos la página de escuela verde para subir su trabajo», agrega.
Los talleres de Janeth permite que los niños exploren sus creatividad, escriben cuentos, crean poesías y transforman las leyendas de sus comunidades para que otros niños puedan leerlos.
La educación a distancia no ha Sido un impedimento para que sus niños sigan aprendiendo, Janeth siente que todas estas sesiones van a rendir sus frutos porque habla con niños alegres, abiertos con sus emociones, felices y entusiastas.
Para esta profesora ser maestra rural es motivo de orgullo, sus niños tienen muy buenos resultados en las evaluaciones censales del estado y tienen un buen nivel académico. Reconoce que falta mucho para que la educación sea igual para todos e insiste que las autoridades deben enfocarse en cerrar esa brecha.
«Soy maestra rural y me siento muy orgullosa. Uno deja sus comodidades, y hace patria en otro lugar. Las autoridades saca políticas de su escritorio y no ven la realidad, los maestros rurales deberían ser reconocidos».
El camino de la docencia no ha sido fácil, Janeth ha tocado muchas puertas para gestionar apoyo y realizar sus proyectos, ha puesto su alma y corazón para garantizar que sus niños tengan una educación de calidad.
Una muestra de ese amor es que ella se inscribió en clases de inglés para enseñarles a sus colegiales, pese a que la currícula no les exigía. Todo ese cariño que Janeth le dedica a sus alumnos es retribuido con mucho más cariño.
¿Qué mensaje tienen para los maestros de Piura?
Yo les diría los maestros que también son héroes de la pandemia. Son personas innovadoras y hace lo que pueden para educar a sus niños y aplaudo a cada uno por su esfuerzo.
Les pido que sigan adelante a pesar de las limitaciones y que se enfoquen en el aprendizaje de los niños. Gracias a todos los maestros y a mis maestros que por ellos desarrollé está vocación.