La agencia Fitch Ratings ha advertido el pasado mes de julio que debido a diversos factores, entre ellos la inestabilidad política, este año Perú corre el riesgo de sufrir una posible rebaja en su calificación de riesgo.
Si bien en su revisión de mayo, este organismo mantuvo su calificación crediticia del Perú en ‘BBB’ con perspectiva negativa, ha señalado que “ahora hay riesgos”. Mientras en el quinto mes de este año el PBI se contrajo 1,43 %, acumulando una disminución de 0,49 %, ahora la preocupación continúa motivada por la debilidad del consumo y demanda interna en general, las mismas que amenazan la dinámica de las empresas del mercado local.
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¿Qué ha venido ayudando al Perú a mantener su calificación de BBB, pese a su perspectiva negativa? Los especialistas señalan que el motivo es la baja deuda soberana peruana, la que el año pasado fue 34 % del PBI. Sin embargo, el director de soberanías de Fitch Ratings ha advertido que este año ese nivel va a variar por el tema fiscal; pues, debido a los problemas sociales “a veces, los gobiernos tratan de gastar un poco más para llegar a la calma”.
La agencia ha sido muy clara al referirse a la principal razón por la que esta calificación crediticia de Perú corre riesgo a la baja: la incertidumbre política, la misma que este año ha sido más elevada que en el 2022. “Eso -la intestabilidad política- ha deteriorado la gobernanza e impacta en el crecimiento económico. Antes del 2016, los problemas políticos no siempre afectaban a la economía, pero ahora sí, e impacta más a las inversiones privadas”.
Es decir, gracias a nuestros políticos, se vienen rebajas en calificación de empresas peruanas, se avecinan recortes en la clasificación de las compañías, los cuales -según los analistas- provocarán que los costos a los que se financian se eleven. Pese a ello, para los inversionistas la permanencia de la presidenta Boluarte hasta el 2026 es mejor para mantener un poco de certeza política.
Para los economistas, es muy probable que este año aumente la pobreza y posiblemente el próximo también. Sin duda la desaceleración de la actividad económica que ya se manifiesta en el país, dificulta la reducción de la pobreza monetaria del 27.5 %. Entre los factores que motivan esta proyección están la inflación, la caída del empleo formal, el Niño y el aumento de la informalidad.