El plan de gobierno de Perú Libre, estructurado por Vladimir Cerrón (condenado exgobernador de Junín) y repetido por Pedro Castillo (candidato presidencial por este partido), nos rememoran a las medidas intervencionistas de los años 80, cuando Alan García llevó al país a la ruina y la fuerte inflación dejó sin comida a muchos peruanos.
¿Qué propone Castillo? El cierre de instituciones como el Tribunal Constitucional, el cambio de contrato a las transnacionales, la no importación de los productos que genera Perú, la estatización de los yacimientos mineros, entre otros.
Sobre ello, el presidente de la Cámara de Comercio, Javier Bereche, aseveró que hablar del cierre de organismos, “bajo el argumento de que el pueblo lo quiere”, ya supone inestabilidad política, lo cual ahuyenta las inversiones.
“El desarrollo económico está vinculado a la estabilidad política. Necesitamos inversión privada para reducir el desempleo, tener más empleo moderno y generar riqueza y bienestar para la población. Nadie va a poner un centavo en nuestro país si no hay confianza. Los países que atraigan más inversión superarán más rápido la crisis, pero nosotros estamos en cero por la inestabilidad”, comentó.
Señaló que el control de la importación supone que haya escasez de productos: Perú produce arroz y maíz, pero también los importamos porque la demanda nos excede.
Entonces, si cortamos la importación sin cosechar más, pasará que habrá escasez y, con esto, los precios suben, como nos pasó con el alcohol y las mascarillas en las épocas más duras de la pandemia.
“El Estado está para promover una actividad, pero no es un buen empresario. El libre mercado dice que, si quieres mejorar un servicio, pongas competencia. No entremos a monopolios estatales que solo nos garantizan pésima calidad de servicios, subsidios para el Estado, mayor gasto, mayor inoperancia y lentitud en el desarrollo del país”, agregó.
Por su parte, el profesor de los programas de finanzas de ESAN, Arturo García, nos recordó que durante el gobierno militar (1968-1980) se estatizaron varias empresas, lo que desmotivó la inversión privada; y durante el primer gobierno de Alan García (1985-1990), se tuvo un sistema de control de precios, lo cual causó escasez de productos, aparecieron los mercados negros y hubo inflación.
“Ya tuvimos una época con el Estado como empresario y otra con el Estado como intervencionista; y tenemos modelos de los países de la región, como Bolivia, Argentina, Venezuela y Ecuador. Los resultados son dramáticos”, expresó.
Respecto a la afectación para las transnacionales, dijo que esto provocará que el negocio no sea rentable y que, por ende, se retiren de Perú.
“Será un problema porque el Estado no tiene medios para explotar recursos, no es un buen gestor de empresas, por eso debe fomentar la inversión privada”.
Desastre total
El exdecano del Colegio de Economistas, Humberto Correa, aseguró que un modelo económico de izquierda sería “un desastre completo, el Perú sería inelegible, habría corte del financiamiento, las empresas se irían, habrá pérdida masiva del empleo. Así ha pasado en Venezuela y Argentina o Ecuador, que se endeudó gravemente con China y no tienen cómo pagar. Es un tema bastante delicado, somos un país pobre y la opción de izquierda nos haría más pobres”.
Datos
Personas vinculadas a Perú Libre contaron los detalles de cómo se vienen repartiendo los cargos en los distintos ministerios. Los allegados a Cerrón ya se verían sentados en una silla del Ejecutivo.
Los nombres que se vocean son los de Eduardo Bendezú Gutarra (M. Transportes), Edgar Aranda Huincho (M. Salud), Henry López Cantorín (M. Economía) y Waldys Vilcapoma Manrique (M. Producción). Todos cercanos a Perú Libre, al gobierno regional de Junín y a la municipalidad de Huancayo.regional
El problema será con los pequeños empresarios
Luis Zegarra Caminatti
Ingeniero
Más o menos sabemos cómo nos iría en un gobierno de Keiko Fujimori, pero con Pedro Castillo nos iría mal, sin duda. Recordemos que el gobierno de Alan García fue catastrófico, y a eso apuntaríamos si vamos con el candidato de izquierda. Los empresarios venden sus cosas y se van del país, los grandes pasan muy bien cualquier eventualidad; el problema va a ser con los pequeños y medianos empresarios. Debemos pensar en crear riqueza y no en regalarla, como se hacía antes, con obras y no con bonos.