El descontento por el resultado de las elecciones presidenciales ha llevado a varios ciudadanos a promover la nulidad de la segunda vuelta con sus votos blancos o viciados.
Para los expertos consultados, esto es imposible. De lograrse, el nuevo proceso sería otra vez entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori.
“Es imposible. Si sumas los votos de Castillo y el fujimorismo, ya estás por encima del 30%. Con ellos ya hemos cubierto un tercio y entonces no hay modo de que toda la demás población vote en blanco para quitar legitimidad. Si entre los dos hubieran alcanzado un 20%, bueno se podría convencer a la población”, expresó el especialista en opinión pública, Fernando Huamán Flores.
De acuerdo a la Ley Orgánica de Elecciones, el proceso se anula cuando los votos nulos o en blanco, sumados o separadamente, superan los dos tercios del número de votos válidos.
Al respecto, el especialista en derecho electoral, Virgilio Hurtado, recuerda que la Constitución pone una valla más alta, al mencionar que se anula con los dos tercios de los votos emitidos. “Esto hace que la nulidad sea más imposible de lograr.
La valla de la Constitución que prevalece sobre la ley, es mayor. Es técnicamente muy complicado alcanzar este porcentaje para anular esa elección”, señaló.
Deja en claro que de llegar al porcentaje requerido por la ley, el vicio de nulidad solo aplica para la segunda vuelta.
“Se anularía la elección que contiene el vicio de nulidad, es decir, la segunda vuelta y se convocaría a una nueva votación entre los dos candidatos. ¿Con qué razón se anularía la primera vuelta? No la hay”, dijo.
Examen
Desde su punto de vista, al elector le queda informarse bien de las opciones.
“La población debe hacer un examen muy profundo de las dos candidaturas para exigir a cada candidato por lo que sí está de acuerdo y con lo que no lo está […] Es una perfecta ocasión para decir en qué está equivocado y qué se puede rectificar de los planes de gobierno. […] Quien está muy a la derecha tiene que irse un poco a la izquierda para convencer a los indecisos de esa ala. Y quien está a la izquierda tiene que ser más flexible para conseguir los votos que les faltan. Ninguno de los dos puede cantar victoria”, reflexionó Hurtado.
Refiere que ambas agrupaciones tienen que hacer un trabajo muy fuerte de alianzas y de reflexión sobre la votación que han logrado el 11 de abril.
“En estos momentos de elecciones generales es cuando construimos la representación mediante el voto. Mañana no podemos salir con un letrero que diga: no me representa. Esa es la peor mentira que comete un ciudadano”, dice.
Por su parte, el extitular de la ONPE, Fernando Tuesta Soldevilla, recordó que el máximo nivel de voto blanco o nulo, fue del 31.1%.
Esto sucedió en el año 2000 cuando Alejandro Toledo se retiró de la contienda electoral y se confirmó la segunda reelección de Alberto Fujimori.
A partir de ese año, los votos blancos y nulos en las segundas vueltas electorales variaron entre el 6.8% y 13.8% de apoyo.
Datos
* La causal de más del 50% de ausentismo para anular elección solo se aplica en las elecciones regionales y municipales.
* En los comicios del 11 de abril, el 29.2% de la población no acudió a sufragar por varios motivos, en especial el temor al contagio de la COVID-19. Nuevos debates ayudarán a despejar dudas.