Exigen justicia. Familiares y amigos de la ciudadana venezolana Margaret Hernández Torres llegaron hasta la morgue de Piura para reconocer el cuerpo de su ser querido, así como para alzar su voz de protesta y exigir a las autoridades policiales que todo el peso de la ley se aplique contra el agente policial implicado en el caso.
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“Toda su familia lo que quiere es justicia no solo por Margaret, sino por todas las mujeres, por todos los venezolanos que estamos acá en Perú y que formamos parte de amenazas de muerte como le ha pasado a ella”, señaló una de sus familiares.
Asimismo, indicaron que el agente policial C. G. C. B. (24), principal sospechoso del asesinato, llegó hasta la vivienda de la extranjera en un barrio de Veintiséis de Octubre, para irse junto con ella hacia el lugar del asesinato.
“Él fue y la sacó de su casa, incluso le preguntó si estaba sola; lo que pasa es que no la consiguió (encontró) sola y por eso se la lleva. La mamá de Margaret vio que él no le daba la cara, desde ahí ya tenía intenciones de matarla”, señalaron con indignación.
Continúa búsqueda
En tanto, la PNP indicó que las investigaciones continúan para capturar al principal sospechoso del hecho.
Fuentes policiales indicaron que se investigan dos hipótesis. La primera indica que la víctima habría manipulado el arma de fuego, provocando un accidente, mientras que la segunda hipótesis es la del asesinato por celos.
Trascendió que el agente investigado se habría comunicado con algunos compañeros de trabajo para señalar que se encontraba arrepentido por lo sucedido; asimismo, habría señalado que se entregaría en las próximas horas; sin embargo, hasta el cierre de esta edición el sujeto no era ubicado.
Los familiares de Margaret negaron que era trabajadora sexual, versión que circuló por redes sociales.
“Margaret deja a dos niños huérfanos, sus hermanos eran dos personas muy queridas acá en Piura y todos los conocían. Quiero hacer una acotación: Margaret no trabajaba en un bar, no era mujer de la mala vida, era una madre de familia trabajadora y honrada, ella no merecía eso, era una madre responsable que tenía más de cinco años en Piura”, indicó uno de sus familiares.
