El centro histórico de Piura sigue tomado por la informalidad y da la impresión de que no hay una autoridad que ponga orden.
En primer lugar están los motociclistas quienes en cada esquina han hecho un paradero improvisado para captar pasajeros.
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Antes, estos conductores solo circulaban por las avenidas del centro de la ciudad en busca de usuarios, ahora se estacionan donde les place y, con casco en mano captan pasajeros delante de policías y fiscalizadores que simplemente miran hacia otro lado y los dejan operar.
En segundo lugar tenemos a los conductores de mototaxis quienes desafían las ordenanzas municipales y en plena avenida Loreto se estacionan para captar pasajeros a sabiendas de que esto está prohibido.
La avenida Loreto, desde la avenida Bolognesi hasta la calle Huancavelica es zona rígida para los trimóviles. Sin embargo, en cada esquina han hecho sus paraderos improvisados a cualquier hora del día.
En tercer lugar, están los vendedores ambulantes quienes invaden las veredas con sus carretas y enseres como baldes, sillas y hasta mesas que usan para expender sus productos. Lo increíble es que lo hacen en pleno óvalo Grau y en la avenida del mismo nombre.
Por último, está el Complejo de Mercados el cual sigue siendo tierra de nadie y los ambulantes hacen lo que se les antoja en cada vereda, pista o jirón, y operan sin ninguna sanción.
Ante todo este panorama, el alcalde de Piura, Gabriel Madrid, señaló que hará cambios para cambiar este panorama.
“Han habido aciertos pero también hay errores que se deben de corregir. Sí tenemos fiscalizadores, pero hoy (ayer) tendré una reunión y habrán cambios en las áreas respectivas”, dijo.
