La crisis internacional y la descomposición del frente político vienen golpeando fuertemente la economía del país y augura un escenario oscuro a partir del próximo año. Así lo informó el economista del PAD de la Universidad de Piura, Juan José Marthans.
“Perú preocupa por su desaceleración del PBI de manera continua, la inflación que no viene contrayéndose al ritmo esperado y porque la fortaleza fiscal del país podría empezar a perderse a partir del próximo año con toda claridad”, afirmó.
Sobre esto último, señaló que los niveles de recaudación tributaria caerían debido a la desaceleración del PBI y la contracción de la cotización de los minerales.
“Este año cerraremos con un crecimiento 2,5% y nada indica que será superior el próximo año. Si a eso le agregamos la continuidad de la contracción de los precios de los minerales tendremos la explicación de por qué los niveles de recaudación y generación de ingresos corrientes por parte del Gobierno van a tender a caer”, explicó.
Cabe señalar que los ingresos fiscales provenientes de la actividad minera disminuyeron -76.7% en agosto, la segunda contracción consecutiva del año, según un artículo publicado por el experto en tributación minera, Marcial García.
Una situación bastante preocupante porque la minería es uno de los sectores con mayor peso en nuestro país y la que genera mayores divisas e ingresos fiscales.
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Asimismo, Marthans sostuvo que los gastos no financieros corrientes van a tender a ampliarse por efecto de la política de subvenciones y bonos que viene impulsando el Gobierno.
“Esto generará que los grados de libertad para cerrar la brecha fiscal no necesariamente se retraerán”, dijo.
Para el especialista, Perú siempre fue ejemplo de disciplina fiscal respecto a sus países vecinos y a partir del próximo año perderíamos esa calificación.
“Esto genera gran preocupación porque el 2023 no será un buen año en materia económica ni fiscal, la situación no es para nada cómoda para decir que el próximo año salimos de esta crisis y si le agregamos la descomposición del frente político y el ruido que viene generando no contribuye a la recuperación de la dinámica de la inversión privada”, resaltó.
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Consecuencias
La consecuencias de perder nuestra fortaleza fiscal impactará principalmente en la calificación de riesgo país; es decir, podríamos vernos restringirse el financiamiento exterior.
“Podríamos estar avizorando una revisión en nuestra calificación de riesgo porque entidades como Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch Ratings podrían evaluar una nueva degradación de riesgo soberano país y esto comprometería un encarecimiento y restricción de las alternativas de financiamiento del exterior en contra de lo que Perú viene gozando en los últimos 20 años”, dijo.
Déficit del PBI
Por otro lado, el economista se refirió a las expectativas de reducir el déficit del producto bruto interno (PBI) y no son nada esperanzadoras.
“Si se esperaba que este año y el próximo termináramos con un déficit de PBI entre 1.9% y 1.6% estamos lejos de alcanzar esa cifra para el próximo año”, finalizó.
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