Las autoridades están preocupadas por el incremento de extranjeros en la localidad, los mismos que ingresan de manera ilegal por los cerros, abordan vehículos interprovinciales y se trasladan a diferentes lugares del país.
La población solicita la intervención del Departamento de Migraciones y del Gobierno central, pues no se sabe en qué condiciones de salud llegan.
Se estima que diariamente ingresan entre 200 a 300 extranjeros, entre ellos de procedencia venezolana, quienes abordan ómnibus con dirección a Lima.
Trascendió que la Policía y Serenazgo no se dan abasto para controlar el ingreso de estas personas. Algunas incluso llegan con menores de edad.
Los lugareños dicen que existiría un grupo de “coyotes” que ayudan a los foráneos para evadir el control.