En España, país que es el primer consumidor de calamar en el mundo, el kilo de pota se cotiza a siete euros. Este precio, que es bajo en comparación con los 23 euros que cuesta el kilo de calamar, representa una fortuna para los pescadores paiteños que apenas perciben 0.75 centavos de euros (tres soles) por extraer del mar este recurso.
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Un equipo periodístico del programa español TardeAR viajó hasta Paita donde conoció la actividad que se desarrolla en las 20 plantas de pota que existen en la provincia costera. La intención inicial del programa era conocer por qué la pota se comercializa en España como calamar a pesar (según el magazín) de tratarse de productos de calidad y texturas distintas.
Sin embargo, se encontró con la realidad de los más de 300 pobladores del centro poblado La Tortuga, que cobran miserias mientras otros cobran hasta nueve veces más por el producto en el Viejo mundo.
Cabe señalar que la demanda anual de España de dicha especie procedente de Paita es de 47 millones de kilos anuales.
Peripecias
El informe muestra las peripecias que pasan los pescadores paiteños, que apenas logran capturar dos toneladas de pota en cinco días de dura faena mar afuera. Luego la especie pasa a las plantas que operan en Paita, en donde se le da el tratamiento para su consumo en el extranjero.
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Conviene advertir que en España la pota tiene una muy buena demanda por encima de Corea y China, que sus otras fuentes de esta especie.
Pedro Silva Minga, representante de los pescadores de La Tortuga, agrupados en la Cooperativa pesquera “Jehová es mi Pastor”, informó que ya existen coordinaciones con los grandes exportadores de pota en España, para establecer acuerdos y se fijen precios reales que mejoren su situación.