Decenas de peregrinos del Señor Cautivo procedentes de Piura, Sullana o Lima, siguen llegando a la ciudad de Ayabaca en diciembre, pese a la pandemia.
Una de sus paradas habituales es Montero, distrito ayabaquino donde cantan y rezan en el templo aunque permanece cerrado para evitar aglomeraciones por COVID-19. El recinto religioso no abre debido a que un trabajador fue diagnosticado con COVID-19 la semana pasada.
Aún así, la afluencia de peregrinos sigue. Algunos devotos duermen en las calles, pues está prohibido aglomerarse en hospedajes. A diferencia de otros años, ahora solo pueden caminar en hermandades reducidas de hasta 20 personas. Muchos peregrinos llegan en hombros a sus menores hijos, también cocinas y balón de gas para prepararse su propia comida durante el viaje.
A Montero entrar de noche o de día. Desde Piura pueden demorarse hasta 7 u 8 días para llegar a Ayabaca, caminando.
La lluvia y el lodo en los caminos, no impide que los caminantes desistan.
Al llegar a Ayabaca también oran frente a iglesia Nuestra Señora del Pilar, la que también está cerrada tra registrarse un caso positivo.
Datos
* No se conoce cuándo se abrirá el templo.
* Los peregrinos llegan hasta el santuario del Señor Cautivo. Algunos pernoctan en las calles.
* Las autoridades recomiendan postergar la peregrinación para el próximo año.
Por. Gerardo Cabrera/colaborador