Las extorsiones siguen saliendo desde el penal Piura (ex Río Seco). Los agraviados no solo son de la región, tambien son de otras regiones del país. Asi lo muestra el hallazgo de decenas de hojas de cuadernos sueltas y libretas con los nombres y números de los negocios extorsionados.

La mafia que tiene como centro de operaciones el penal Piura ha extendido sus tentáculos a Jaén, Trujillo (Huamachuco, Chao, Guadalupe, La Esperanza), Cajamarca, Chiclayo, Morropón y Chulucanas. Asimismo, Tambogrande, Sullana y últimamente Bajo Piura.

Los internos con todo el tiempo del mundo para intimidar a los agraviados envían videos mostrando armas de fuego de largo y corto alcance. Luego de ello, se contactan a través de llamadas telefónicas y mensajes extorsivos donde exige desde los 10 mil soles a 50 mil soles. Los delincuentes se dan el lujo de enviar mensajes extorsivos con los números de cuentas bancarias, Yape y Plin.

Entre los negocios agraviados figuran librerías, bazares, veterinarias, empresas de transportes, centros odontológicos, talleres de rectifación, talleres de soldadura, heladerías, panaderías, bodegas licorerías, pollerías, chiflerías y ferreterías.

Mientras que la Policía capturó el pasado fin de semana a presuntos extorsionadores en La Arena, Chulucanas, agentes del Instituto Penitenciario del Perú (INPE) en una requisa inopienadas en los pabellones del menciionado centro de reclusión halló un ‘directorio’ de agraviados de la región y también de Cajamarca, Trujillo, Chiclayo y Alto Piura.

Los bandoleros contando con la complicidad de familiares y delincuentes en libertad se agencian de los nombres y números de teléfonos celulares de las empresas agraviadas para extorsionarlas. Incluso para intimidarlas hacen estallar explosivos o cartuchos de dinamita en las puertas de los negocios.