Piura, conocida por la calidez de sus playas y exquisita comida, alberga también grandes bosques y extensos páramos que contribuyen a regular el clima y el agua. Un escenario perfecto para los cientos de especies de flora y fauna. Hoy, se ha convertido en una de las regiones con más casos del virus que ha invadido el mundo, el Covid-19.
Las drásticas medidas tomadas por el Gobierno peruano que buscan frenar las muertes y contagios de coronavirus, están registrando un efecto positivo a favor de la naturaleza.
La disminución en la emisión de carbono, la reducción del uso excesivo del agua y el descenso de tala indiscriminada, parece sonreírle a la naturaleza. Esto es tomado en cuenta por los medios de comunicación, que sorprendidos, informan la visita de flamencos en el río Piura y hasta el paseo de un venado por las calles de la ciudad.
Provisión de agua
La producción de alimentos y salubridad de la región depende de la seguridad hídrica, su uso adecuado es indispensable. Frente al estado de inamovilidad, se ha paralizado el comercio y con ello la concurrencia a centros comerciales.
El consumo mensual en un centro comercial al mes según la Empresa Prestadora de Servicios de Saneamiento – EPS Grau, es igual a 8mil m3. Sin embargo, frente a la disminución de personas en los establecimientos, también disminuyó el consumo en un 70%, lo que equivale a un consumo de agua de 2 400 m3. Como referencia, un hogar consume en promedio entre 10 a 20 m3.
Menos plástico
Los humanos nos hemos vuelto dependientes de artículos plásticos de un solo uso, como el caso de las bolsas plásticas. Sobre ello se sabe que una persona consume en promedio entre cinco y diez bolsas plásticas. Si a esto le sumamos alrededor de 210 mil familias que alberga la región, según el censo poblacional del 2017, se habrá generado por lo menos entre 1 y 2 millones de bolsas plásticas diarias y al mes hasta 63 millones.
Sin embargo, en este periodo de aislamiento social la cifra ha reducido notoriamente, llegando a reducir la tercera parte, lo que significa que en un mes los piuranos consumirán alrededor de 12.6 millones de bolsas plásticas al mes, según indicó el biólogo Paul Viñas de Naturaleza y Cultura Internacional.
Otro de los resultados positivos sería la reducción de residuos sólidos en las calles de la región, solo en los primeros tres días, se redujo de 420 a 200 toneladas de basura, así lo informó la Unidad de Residuos Sólidos de la Municipalidad Provincial de Piura.
Cero contaminación sonora
Según el El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental, si consideramos que los ruidos más dañinos para las personas se producen a partir de los 60 decibeles (DB), una calle ruidosa puede generar entre 80 DB y 100 DB, una discoteca y las bocinas de vehículos hasta 120 DB.
Con este confinamiento social podemos decir y tener la satisfacción que la contaminación por ruidos se ha reducido a cero.
Emisión de carbono
El dióxido de carbono es uno de los gases responsables del efecto invernadero. Este es el fenómeno por el cual los rayos del sol penetran la deteriorada capa de ozono y el calor emitido por el sol es retenido dentro de la atmósfera, incrementando la retención de calor en la atmósfera y como consecuencia dan lugar a un sobrecalentamiento global.
En Piura, conforme a información del Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, circulan alrededor de 70 mil vehículos, de los cuales, la mitad son motos y mototaxis. En estas condiciones de aislamiento social y toque de queda, el tránsito ha disminuido considerablemente, ahora solo circulan el 10%, o sea, 7 mil vehículos aproximadamente.
En promedio un vehículo recorre al mes 500 Km lo que genera 0.09 toneladas de carbono. Es decir, en Piura, se genera 6 300 toneladas al mes en condiciones normales. Con el aislamiento, estamos generando solo 350 Toneladas, lo cual es favorable para nuestros ecosistemas.
En nuestra región, un bosque de neblina conservado podría llegar a capturar alrededor de 400 toneladas por hectárea por año, así lo determinó una investigación realizada por Naturaleza y Cultura Internacional, esto ayuda a mitigar el cambio climático.
Con todos estos datos podemos decir que con el ahorro energético, hídrico y emisiones de carbono estamos ganando en mejorar la calidad de vida en nuestra ciudad. De esa manera, se está brindando un respiro al planeta y permitiendo mejor aire, más agua, menos contaminación y menos ruido. Esto nos debe llevar a reflexionar sobre la necesidad de un cambio en nuestras costumbres y estilos de vida.
Cuidado de la biodiversidad
La conexión entre la vida silvestre, las enfermedades y las personas no es nueva. Sin embargo, las enfermedades emergentes se han cuadruplicado en los últimos 50 años. En gran parte, debido a la fragmentación del hábitat, el cambio de uso del suelo y el cambio climático.
Proteger la naturaleza y garantizar el uso sostenible de los recursos naturales y sus servicios ecosistémicos puede ayudar a prevenir otra posible pandemia. La combinación correcta de proteger la naturaleza, el uso sostenible de los recursos naturales y educar a las comunidades locales sobre los peligros de las enfermedades podría desempeñar un papel importante en el desarrollo sostenible. Según los especialistas, esto traerá importantes beneficios colaterales para las personas, la biodiversidad y el clima.
Se estima que entre 50,000 y 70,000 especies de plantas se cosechan para la medicina tradicional o moderna, mientras que alrededor del 50% de los medicamentos modernos se han desarrollado a partir de productos naturales que están amenazados por la cosecha insostenible y la pérdida de biodiversidad. Podríamos imaginar que la cura del Covid-19 está en nuestra biodiversidad, así como el “árbol de la quina”, representado en nuestro escudo nacional como riquezas natural, salvó millones de vidas de la mortal malaria.
Por: Gabriela Gives y Paul Viñas.