Propietaria del restaurante denuncia supuestos hostigamientos y señala que clausura fue «injustificada».
Esta mañana, la Municipalidad Provincial de Piura informó que el restaurante El Maná, ubicado en la urbanización El Trébol, fue clausurado de manera definitiva al haberse constatado que venía atendiendo al público pese a haber sido clausurado de manera temporal.
La Municipalidad notificó que durante la intervención se constató que dicho establecimiento, hacía caso omiso al Decreto Supremo N 08-2021 en medio del estado de emergencia por COVID-19. Según indica el municipio, el negocio atendía al público en horarios no permitidos, además de sobrepasaba el aforo permitido, habiéndose hallado más de cien personas, incluyendo a sus trabajadores, tal como se corrobora en el registro de vídeo grabado por personal de Fiscalización.
Por tales motivos, en un nuevo operativo realizado al día siguiente, miércoles 3 de febrero, liderado por la Fiscalía de Prevención del Delito, la Diresa y personal de Fiscalización, se constató que el local se encontraba abierto pese a la clausura temporal, procediendo a su clausura definitiva.
Asimismo, se puso de conocimiento de los actuados al Procurador Municipal para la denuncia penal respectiva contra los propietarios de dicho establecimiento por el delito de violación de las medidas sanitarias.
Propietaria denuncia supuesto hostigamiento
Por su parte, Ingrid Barranzuela Rugel, propietaria de dicho restaurante, denunció presuntos abusos de autoridad y hostigamientos por parte del personal de Fiscalización de Piura.
«Tengo responsabilidades de bancos que pagar, la luz es una luz comercial, el agua es un agua comercial, pago cable, internet, y no es justo que después de 4 meses sin trabajar, cierren un restaurante que la gente viene a comer, aquí no es una cantina, es un restaurante de familia»
Barranzuela calificó de injusta la clausura definitiva, pues según sus declaraciones, ella habría estado pagando la multa cuando fueron a clausurar su local.
«En la mañana vinieron fiscalía y sanidad cuando yo estaba pagando mi multa»
Asimismo, recalcó que la multa puesta anteriormente por superar aforo no tendría fundamentos, ya que ella solicitó una ampliación, la cual le permite recibir hasta 240 personas en su establecimiento.
Además, denunció un empeño malintencionado hacia su restaurante, ya que no sería la primera vez que la fiscalizarían de manera constante y «abusiva».
Vía La Hora