El Ejecutivo tiene pensado implementar una serie de normas que apuntan a elevar la recaudación, ampliar la base tributaria y a combatir el incumplimiento. Así, pues, la reforma tributaria apuntaría a incorporar alrededor de 2,5 millones de nuevos contribuyentes.
No obstante, los especialistas y autoridades consultados por este medio coincidieron en que este no es el momento para pensar en cobrar más impuestos, ya que el país aún no supera la recesión económica. Además, subrayaron que el trasfondo de esta reforma sería solventar los programas asistencialistas, como el bono Yanapay, quizá con fines electorales.
“Parece que se busca mayor flujo de ingresos tributarios para cubrir programas de asistencialismo, y el próximo año hay elecciones. Utilizar parte de esos recursos para darle más sueldo a los maestros, para dar bonos, cubrir expectativas de salud, pagar a pensionistas, todo eso va a costar y necesitan buena predisposición del elector, entonces la reforma les calzaría perfectamente”, opinó el economista de la Universidad de Piura (UDEP), Juan José Marthans.
Aseguró que el presupuesto de este gobierno ya es inmenso: por el incremento del precio de los minerales, tendrá un adicional de US$3 mil millones; además, ya tiene US$1.500 millones por regularización tributaria del frente corporativo; ha captado US$4 mil millones por emisión de bonos y otros.
¿La respuesta es contar con más presupuesto? Marthans criticó la poca capacidad de gasto que tiene el Gobierno central y en las regiones. ¿Cómo se quiere más presupuesto cuando los gobiernos regionales terminarán el 2022 con baja ejecución y deberán devolver lo sobrante?
Por su parte, el economista de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Carlos Adrianzén, resaltó que el Congreso es la institución que debería llevar a cabo esta reforma, puesto que “para eso les pagamos”. Añadió que, dado que nos encontramos en recesión, no es oportuno subir los impuestos, más aún cuando esta gestión ha demostrado “no ser buena” en administrar los recursos.
“La mayoría de experimentos de izquierda terminan siendo regresivos. Si suben los impuestos en un país de informales, aumenta la informalidad, se cae la inversión y sufre el pueblo. El Estado ha inflado el gasto público, que supera los US$70 mil millones, entonces no tiene sentido darles más plata cuando las mypes aún no se levantan. Muchas empresas se irían y eso afectará al empleo”, puntualizó.
Mientras que Rafael Zacnich, gerente de Estudios Económicos de ComexPerú, reconoció que Perú tiene muy baja recaudación, entre 15% y 17% del PBI, mientras que otros países de la región superan el 20%. Sin embargo, estimó que las medidas que propone el Ejecutivo no tendrían un impacto positivo, por lo que, si el Congreso lanza una contrapropuesta, deberán trabajar en los puntos estructurales.
“No es posible que, de cada 10 trabajadores, siete no paguen nada. Pero hay que atacar los problemas estructurales. Para recaudar más, hay que hacer que el país crezca más, que aumenten las utilidades de las empresas y los ingresos de las familias. Aún estamos superando la contracción económica causada por la pandemia. Se trata de atacar la informalidad, la ilegalidad, la elusión y evasión de impuestos”, dijo.
También se sumó a la opinión de que el aumento de impuestos podría estar ligado a más programas asistencialistas, “que son populistas para contentar a algunos, como el bono Yanapay, y eso no debe ser el fin de la reforma”.
Que hagan lo suyo
El congresista de Fuerza Popular, César Revilla, resaltó que la labor del Parlamento es legislar, y la del Ejecutivo, gobernar, por lo que el mandatario Pedro Castillo tendría que centrarse primero en hacer crecer la economía.
“Para mí, el camino no es crear más impuestos o elevarlos, sino que hay que incentivar la formalización y eso se logra a través de la flexibilidad tributaria, para que todos tengan un motivo para salir de la informalidad. El dinero no se puede regalar y, si van a hacer programas asistenciales, que sean de los que generan empleo y desarrollo”, expresó.
A su vez, el legislador de Renovación Popular, Miguel Ciccia, comentó que ellos evaluarán el hacer una contrapropuesta a la reforma tributaria dada por el Ejecutivo. “Pero primero queremos que justifiquen para qué quieren usar el dinero que quieren recaudar. Ojalá sea para solucionar problemas como la falta de agua”.
Contrapropuesta
La premier Mirtha Vásquez dijo que si el Parlamento no está de acuerdo con el planteamiento del Gobierno, espera una contrapropuesta.
“No pretendemos reemplazar la función del Congreso, que es legislar, pretendemos construir conjuntamente. Si al Poder Legislativo no le gustan las propuestas, no les convence, entonces sí esperaríamos una contrapropuesta. No se trata de simplemente decir que no”, declaró.