El decano del Colegio de Psicólogos, Miguel Calderón, manifestó que el incremento de contagios y fallecidos está generando que en las familias también incrementa los trastornos emocionales entre un 20% y 30%.
“La emergencia por la COVID-19 está ocasionando trastornos depresivos, ansiedad; incluso se ha incrementado la violencia familiar y el consumo de alcohol. Las personas ya no se adaptan a los cambios lo que provoca una inestabilidad emocional muy intensa”, precisó.
Asimismo, dijo que la pena de no despedirse de su familiar contagiado por la COVID-19 hace que los integrantes de la familia se aíslen y se sienten frustrados, produciendo irás, llegando a la violencia física o psicológica.
Dentro de las recomendaciones, el psicólogo exhortó a los familiares a buscar orientación profesional para afrontar este problema.
Asimismo, indica que las familias deben organizarse en espacios de tiempos sin caer en la rutina, con actividades recreativas grupales, para evitar los males físicos como dolores de cabeza, palpitación, alteración del sueño y falta de apetito.