La travesura de un niño y la irresponsabilidad de un vigilante, provocaron dos incendios que dejaron daños materiales en la parte alta de la ciudad.
A las 4:40 de la tarde, un niño fue rescatado a tiempo del interior de su vivienda tras provocar un incendio cuando jugaba con fósforos, uno de los cuales cayó en un colchón, en su vivienda, en el asentamiento Sol de Oro A-25.
En rápida intervención, vecinos y serenos provistos de baldes con agua y arena consiguieron sofocar el fuego que se extendía por toda la casa. Colchones, cama, entre otros enseres fueron alcanzados por las llamas.
Por otro lado, en el sector de la calle ‘E’ en la Urbanización Enace, cerca al reservorio de agua, un vigilante que quemaba basura y maleza provocó que una caseta vieja de madera ardiera en llamas, pero los vecinos controlaron la situación evitando que el fuego se esparciera hacía las viviendas. Ocurrió a las 5:40 de la tarde.
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