En una semana marcada por conmemoraciones del Día Internacional de la Mujer, el Congreso, no cumplió con su compromiso de llevar a cabo un Pleno Mujer, una sesión plenaria dedicada a proyectos de ley considerados beneficiosos para las mujeres.
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El Pleno Mujer, programado para el 7 de marzo, un día antes de la conmemoración internacional, tenía en su agenda propuestas para fortalecer los Centros de Emergencia Mujer y monitorear políticas sobre trata de personas. Sin embargo, la sesión se vio opacada por la aprobación de la inhabilitación de Inés Tello, basada en su edad y cargo en la Junta Nacional de Justicia (JNJ).
Otros proyectos, como el de otorgar licencia por paternidad y prohibir el ingreso de menores a centros de acogida no acreditados, quedaron relegados en la agenda legislativa. Propuestas para combatir la violencia de género, como la entrega de kits de emergencia a víctimas de violación sexual o la despenalización del aborto en casos de violación, también se vieron estancadas.
Críticas y resistencias ante agendas conservadoras
Las demoras en la aprobación de proyectos beneficiosos para las mujeres generaron críticas dentro del Congreso. Parlamentarias como Ruth Luque y Flor Pablo destacaron la falta de prioridad en temas que afectan a las mujeres y denunciaron la influencia de grupos ultraconservadores en la agenda legislativa.
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La propuesta de modificar el nombre del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables recibió el rechazo de organizaciones civiles y del propio Ministerio de la Mujer, quienes consideran que dicha modificación restaría institucionalidad a los derechos de las mujeres y centraría la protección en la familia, ignorando la violencia y discriminación que ocurre en espacios públicos.
