La ministra de Salud, Pilar Mazzetti, no descartó que las elecciones generales del 11 de abril vayan a aplazarse debido a la segunda ola de coronavirus.
Mazzetti sostuvo que “no podemos predecir qué pasará más adelante; tenemos que ir analizando poco a poco”, dejó abierta la ventana para la postergación de los comicios.
Sin embargo, para los analistas políticos, estos deberán llevarse a cabo en abril sí o sí, no solo porque tenemos modelos latinoamericanos de cómo desarrollar procesos electorales en época de pandemia, sino porque la ciudadanía no toleraría una postergación y saldría a protestar.
“La ministra no dijo que esté en agenda la postergación, solo que no se puede decir nada certero sobre los próximos meses. Pero ya se han desarrollado elecciones en varios países y sin ningún riesgo; en América Latina, tuvimos en Bolivia, Chile, Uruguay, Brasil, sin riesgo de contagio”, aseveró el jefe de Idea Internacional, Percy Medina.
Así, consideró que tenemos ejemplos suficientes de cómo llevar el proceso: “Lugares amplios, ventilados, con circulación ordenada de personas, evitar interacción entre miembros de mesa y electores… La ONPE evalúa ampliar el horario de votación y que esta sea escalonada, es decir, establecer horarios para diferentes grupos de votantes”.
Rechazo ciudadano
Por su parte, el experto en procesos electorales, Oscar Tuesta, aseguró que, una vez convocadas las elecciones, ya no se puede dar marcha atrás.
“Creo que si el Congreso o el Ejecutivo postergara las elecciones, al día siguiente saldría toda la generación del Bicentenario y los haría retroceder. Ya hay candidatos inscritos, campañas en marcha, no pueden ser aplazadas salvo que la segunda ola nos regreso al total confinamiento, pero ese anuncio le correspondería al Jurado Nacional de Elecciones”, manifestó.
Mientras que el experto en comunicación política, Luis Herrera, resaltó que la coyuntura actual haría que cualquier indicio que implique retraso en los comicios sea tomado a mal, “por más buena intención que haya”.
“Porque hay hartazgo y la gente no va a entender la razón de la demora, van a estar convencidos de que la postergación tiene un trasfondo político y no sanitario. La mayoría está pensando en que una solución, en estos momentos, debe ser de largo plazo, y eso solo lo hará un nuevo gobierno. Lo decidiera el Congreso o el Ejecutivo, la gente saldrá a marchar porque quieren estabilidad”, explicó.
Por. Andrea Flores Khalil