El vocero del Ministerio de Salud, Arturo Granados, informó que entre febrero y junio cuentan con el registro de siete médicos fallecidos por COVID-19 pese a tener las dosis de la vacuna de Sinopharm.
Agregó que esto demuestra que el fármaco del laboratorio chino cuenta con un alto grado de eficacia para prevenir muerte, pero que “no existen vacunas perfectas”.
“Es importante poner por delante la investigación científica, basado en los datos del Colegio Medico, de febrero a junio, han muerto 265 médicos. De esos 265, 60 tenían confirmado el COVID-19, de esos 60, 39 no tenían ninguna vacuna, 14 tenían solo una dosis y 7 tenían las dos dosis. Eso muestra que tiene un grado de protección alto, pero no existen vacunas perfectas”, manifestó.
Por medio de Twitter, el Ministerio de Salud, informó las cifras de aquellos médicos fallecidos que recibieron una y ambas de dosis de la vacuna, además de aquellos que no recibieron ni una.
? ATENCIÓN | Las vacunas contra la COVID-19, del laboratorio Sinopharm, han
protegido a nuestros médicos.Aquí te mostramos un cuadro comparativo de su aplicación en el período de febrero hasta junio de este año. ?? pic.twitter.com/2h8zuH36zC
— Ministerio de Salud (@Minsa_Peru) July 15, 2021
Pedido Colegio Médico
Con relación al pedido del Colegio Médico, el representante del Minsa señaló que no existe evidencia que respalde la aplicación de una tercera dosis como “refuerzo” para personas que ya tienen dos aplicaciones.
Sin embargo, señaló que siguen de manera atenta los avances científicos y que si se llega a conocer los beneficios de una tercera dosis o de una vacuna de refuerzo se empezará por los gremios de salud.
Los últimos días el Colegio Médico viene pidiendo que se considere aplicar una tercera dosis para el personal de salud. La institución argumentó que es necesario que los médicos reciban dicha “dosis de refuerzo” ante el inminente el riesgo de una tercera ola. Diversos representantes del gremio sustentaron el pedido.
Además, consideran que las dos primeras dosis del laboratorio Sinopharm son insuficientes para proteger al personal de Salud ante las nuevas características de la pandemia del COVID-19, como la variante Delta.