Cada vez que se cambia un gabinete, -tres veces en solo siete meses del gobierno de Pedro Castillo- cada ministerio vuelve a cero y se paralizan los expedientes y proyectos, lo que perjudica directamente a la inversión pública y a los ciudadanos.
Según el abogado constitucionalista Carlos Hakansson, cada vez que se va un gabinete y comienza uno nuevo, todo se paraliza en las diferentes carteras.
“En siete meses de Gobierno vamos a repetir tres veces el llamado procedimiento de investidura del gabinete; y, hasta esa fecha, la posibilidad, o no, de recibir la confianza de la mayoría de grupos parlamentarios genera incertidumbre que termina comprometiendo el trabajo de la administración pública: los ministros y viceministros cambian, se detienen expedientes y proyectos en marcha, hay cambio de políticas sumado al tiempo para asentarse en el cargo. Creo que desde julio 2021 ningún gabinete ha culminado ese proceso de inducción”, dijo.
Insistió en que cada vez que el jefe de Estado nombra un nuevo premier se produce un retorno al punto cero, pues dentro de los treinta días de su nombramiento debe acudir al Congreso para exponer su plan de trabajo.
Seguridad
Para el analista político y exministro del Interior, Fernando Rospigliosi, los efectos de tantos cambios se reflejan en la desatención de la seguridad ciudadana y en la propia Policía.
“Han cambiado a jefes policiales y han “liquidado” a varios generales de la PNP porque no están en la línea de Gobierno. Lo que se pretende es capturar a la PNP para que siga sus propios intereses”, sostuvo.
Rospigliosi dijo que esta crisis hace que la inseguridad crezca y se sienta en el país porque no hay una política de seguridad clara. Además, indicó que el estado de emergencia en Lima y Callao es una medida populista pues hace tiempo que se ha dejado de atender el tema de la inseguridad.
“Yo no creo que recomponiendo el gabinete se salve al país de la crisis pues la mejor decisión es que Castillo renuncie a la presidencia”, agregó el exministro del Interior.
Economía
Los efectos en la economía nacional no son alentadores. El economista de la Universidad de Piura, Juan José Marthans, considera que el daño ocasionado a la economía nacional desde la llegada de Castillo al sillón de Pizarro, es estructural.
“En el corto plazo, la inversión privada se está licuando y no va a crecer más allá de 1 ó 2% del promedio anual, este y el próximo año. En el mediano plazo esto también afecta porque hay que destrabar la inversión pública y hay pocos grados de libertad. El BCR ya ha estimado una expansión muy pobre de la inversión privada para este y el próximo año. Lo mejor que puede hacer el presidente es renunciar a su cargo”, dijo.
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