El 11 de abril elegiremos a nuestros nuevos representantes del Congreso para que, desde el 27 de julio, se inicie un nuevo período parlamentario. Se espera que los congresistas se dediquen a legislar para mejorar nuestro país y así contemos con reglas claras.
Uno de los problemas que hemos tenido siempre es que, por un lado, se emiten leyes que desestabilizan el sector trabajo, generando confusión en empleadores y trabajadores, siendo muchas de ellas innecesarias y producto de la improvisación; y, por otro lado, no se dictan las normas que son necesarias.
En el sector laboral privado, desde hace años, venimos arrastrando inseguridad jurídica en distintos aspectos que
la jurisprudencia viene resolviendo según su propio criterio.
Resulta que cuando un empleador analiza una determinada situación laboral para definir la acción a seguir, se rige por una determinada postura que tiene aceptación en los juzgados y salas laborales. Sin embargo, al pasar un tiempo este criterio puede haber cambiado y la decisión que en su momento se tomó, terminó siendo contraria a la nueva posición jurisdiccional. Esta es una de las razones de la desconfianza en nuestro sistema judicial.
Ejemplos de temas del sector laboral privado que necesitan ser legislados de manera definitiva son los siguientes:
• Los tipos de despido y sus consecuencias.
• La pérdida de confianza de los trabajadores de confianza y sus consecuencias jurídicas ante el cese o en el supuesto de reducción de categoría a la del antiguo puesto de trabajador ordinario con la correspondiente afectación de la remuneración.
• Sistematizar en una sola legislación el trabajo a distancia y sus modalidades (teletrabajo, trabajo remoto y
trabajo a domicilio), de modo tal que se trate de una normativa integrada, dinámica y permanente (no solo en pandemia).
• La responsabilidad laboral por daños y perjuicios en caso de accidente laboral y enfermedad ocupacional y los límites de la responsabilidad del empleador en caso de cumplimiento de las exigencias del deber de prevención.
• La supervisión del empleador en seguridad y salud en el trabajo: facultad o deber del empleador.
Por último, y no por eso menos importante, el nuevo Congreso tiene la enorme responsabilidad de combatir la informalidad y promover la formalidad. Para ello, debe normativamente obligar a Sunafil a realizar operativos
permanentes contra los informales a gran escala y para que centre sus esfuerzos en erradicar la informalidad y no solo de manera parcial como lo viene haciendo.