Retrasar las medidas ante el nuevo escenario de la salud en el país como lo viene haciendo el Ministerio de Salud, bajo la gestión de la perulibrista Kelly Portalatino, es una preocupante señal del mal manejo que probablemente tendrá el sector en las últimas cuatro semanas del año e inicios del 2023.
El levantamiento de las medidas de emergencia a fines de octubre fue una medida tardía, se aplicó cuando ya casi no había restricciones ni cumplimiento de las medidas sanitarias. Ahora que los casos aumentan nuevamente las autoridades se están tardando en reaccionar, parecen vivir en una realidad distinta a la de la población. Mientras el Gobierno insiste en que el país aún no está viviendo una quinta ola de COVID-19, en algunas regiones la población está sufriendo nuevamente los estragos de la enfermedad. En Ica, por ejemplo, las camas UCI se encuentran ocupadas en un 100 %.
Es más, en las últimas semanas los ciudadanos nos hemos enterado del comportamiento de la COVID-19 más a través del Colegio Médico, infectólogos y especialistas y no por los canales oficiales del Minsa que debería ser lo correcto.
Es lamentable que ni en el trabajo de la Diresa o en el del Minsa se note un ritmo de urgencia en la atención y prevención sanitaria, a pesar de que el panorama de la salud definitivamente cambió, no solo por el incremento sostenido de casos covid positivos, sino por la aparición de infecciones respiratorias e influenzas propias de la estación y otras amenazas como las complicaciones de enfermedades crónicas no atendidas debido a la pandemia, la viruela del mono, dengue o la gripe aviar que ya migró a aves domésticas en Lambayeque y a humanos en el vecino Ecuador.
Atender las inevitables complicaciones que se vienen con las fiestas y gran flujo de personas en diciembre y enero, pasa por una evaluación técnica para adecuar las estrategias a este nuevo escenario. En tal sentido preocupa que la nueva ministra siga priorizando el criterio populista y no el manejo técnico. De otra manera no se explica sus declaraciones del lunes, cuando en lugar de generar confianza en la población hacia el ente rector de la salud, salió a echarle la culpa del incremento de casos a los ciudadanos. Mientras el Minsa sigue “evaluando” las medidas a tomar, urge que los ciudadanos sigamos las recomendaciones de prevención y reforcemos las que han sido validadas por la OMS por su efectividad: higiene, vacunación y protección con mascarilla en ambientes cerrados.
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