El punto de partida es el problema económico: para satisfacer necesidades de alimentación, vivienda, vestido, educación, salud, transporte y entretenimiento, es necesario contar con bienes y servicios, para lo que se necesita disponer de recursos productivos agrupados en capital, conocimientos y trabajo, cuya escasez determina una frontera de producción de bienes y servicios alcanzables, entre los cuales tenemos que elegir según nuestro poder adquisitivo y preferencias.

Para resolver el problema, la sociedad se organiza en dos grandes sistemas: vertical, donde las decisiones se tomas desde arriba hacia abajo, como en un sistema socialista donde el mecanismo de solución es la planificación central: el estado es dueño de los recursos; y horizontal: la población en conjunto toma decisiones descentralizadas a través del mercado, donde el mecanismo de solución es el sistema de precios, para lo cual es necesario la propiedad privada de los medios de producción. En este caso, las familias obtienen sus ingresos mediante la propiedad y precio de los factores de producción capital, conocimientos y trabajo que poseen.

Los bienes producidos son de consumo y de capital, donde estos últimos sirven para producir otros bienes y elevar la productividad del trabajo: lampas, arados, martillos, herramientas, máquinas; y el capital humano está incorporado en los conocimientos de los trabajadores y empresarios, adquiridos en la escuela y la capacitación, que implican ahorro o sacrificio del consumo para poder invertir y consumir más en el futuro mediante el crecimiento económico.

En una economía de mercado, las posibilidades de producción permitidas por la disponibilidad de recursos y conocimientos, determinan la oferta de bienes y servicios, que interactuando con las preferencias de los consumidores, determinan los precios relativos tanto de los recursos utilizados como de los bienes y servicios obtenidos.

El costo de oportunidad o precio relativo de un bien, o de un factor de producción es el precio de ese bien o recurso productivo expresado en unidades de otro bien o recurso productivo, lo que, dada la versatilidad de los recursos, permite obtener uvas con mucho trabajo y poco capital o con mucho capital y poco trabajo. Asimismo, el consumidor optimiza su consumo.