La censura al ministro del “agüita arracimada”, Hernán Condori, deja dos lecturas sobre el actuar del Congreso: la primera es la tibieza con que tratan al gabinete de Aníbal Torres, pues no solo el ministro de Salud era un impresentable en ese gabinete, también hay otros como el de Energía investigado por falsedad genérica, además de no cumplir con el perfil.
Están también el de Cultura o el de Transportes que no tienen el perfil ni la experiencia para el cargo, pero no se tocan.
La segunda lectura es que la facción cerronista ha logrado desarticular a dos bancadas (no se sabe bajo qué condiciones) cuyas decisiones las toman ahora de acuerdo a los intereses de PL o el suyo propio y no del país.
Allí están “Los Niños de AP” y los condicionados de APP que se hacen los despistados absteniéndose de votar; faltando a sesiones importantes o votando abiertamente en contra de cualquier acción que afecte al gabinete Torres y al mismo gobierno de Pedro Castillo.
Queda claro, entonces, que este gabinete no darán pase a ninguna otra censura a los ministros, así sean impresentables; y tampoco prosperará ningún otro pedido de vacancia contra Castillo.
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