Es decir, somos groseramente incompetentes para el desarrollo, pero diestros y mañosos para la corrupción tanto que, según la Contraloría, peleamos los primeros lugares.

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Y el nido de la corrupción el año pasado durante la gestión de Servado García, fue nada menos que el Gore (38.4%); seguido por la municipalidad provincial (37.9%).

Según el Contralor Nelson Shack, de las 198 instituciones públicas evaluadas con altos y muy altos niveles de corrupción, estas dos instituciones se llevan los laureles.

Es más, según un ranking de corrupción en los gobiernos regionales, Ancash es el ‘campeón’ del robo y el Gore Piura le pisó los talones con un segundo lugar.

En conclusión, a Piura habría que traer al flautista de Hamelin a ver si se lleva a esos tremendos roedores que han recalado en las instituciones y son los culpables de pistas rotas, obras paralizadas o en arbitraje y muchos millones de soles perdidos. Lo más triste: no hay castigo menos culpables.