La lentitud de respuesta del Estado ante emergencias como la que vive el norte a causa de las lluvias es clamorosa y desesperante. Sabían de la magnitud de las precipitaciones por El Niño Costero, pero desde Lima solo atinaron a declarar la emergencia y ordenarles a los alcaldes y gobernadores gastar lo que tienen; es decir, nada.
En otras circunstancias y con funcionarios más ejecutivos, por lo menos habría enviado motobombas; mangas y tubería para bombear y vaciar las más de 90 cuencas ciegas que causan estragos y damnificados en toda la región; pero nada. Recién el premier anuncia que en los próximos días llega la ayuda humanitaria y equipos…
¿Tan difícil es entender que con precipitaciones como las que hoy soporta la región se requiere una respuesta rápida y financiamiento (por eso es emergencia)? En marzo, el ministro de Economía, Alex Contreras, anunció 879 millones para enfrentar la emergencia. Según los alcaldes de Piura, hasta ahora no ven un solo sol… ¿esperarán que otras miles de familias pierdan sus casas para recién actuar? ¿Tan difícil será comprar motobombas para drenar el agua de las cuencas ciegas?