Con-servando su vergonzosa tradición los piuranos estamos siendo vencidos por la humillante indiferencia social y política que permite a todo tipo de canallas hacer de las suyas en el marco de la más absoluta impunidad.
Con-servando su horrorosa cara dura, el GALLO hace de las suyas, se burla de Piura, elude denuncias e ignora reclamos, gana por goleada a la tenue vigilancia, se abre paso en medio de paros y barricadas usando como kamikazes criollos a los innumerables escuderos que dan la cara y ponen el pecho por un Ají Seco corrupto y cobarde que no es capaz de salir al ruedo, quizá porque en Piura nadie lo para o porque los posibles “caballeros carmelos” prefieren ser parte del gallinero por omisión o cálculo, en lugar de salir al frente y que otro gallo cante en la región.
Con-servando su conocido oportunismo, las autoridades civiles, alcaldes provinciales o distritales, organizaciones sindicales, colectivos civiles y otros gremios, han tirado la toalla y se han acomodado al statu quo, no sin antes lograr y/o negociar sus cupos o prebendas y dejan los intereses superiores por debajo de los intereses de grupo o partido o calculando aprovechar el clima electoral y llevar agua para su molino.
Con-servando su indiferencia e “imparcialidad”, las fiscalías, defensorías y contralorías, incapaces de hacer sinergias, han sido hasta ahora voces del desierto y palos al viento; sin intuición, sin maña, sin astucia, sin ideas; inoperantes e incapaces de encontrar caminos válidos y legítimos para cazar al gallo; hijos de la luz que vienen siendo vencidos hasta ahora por los hijos de las tinieblas, por no decir por estos “hijos de la guayaba”.
Con-servando y privilegiando sus intereses institucionales por encima de los grandes intereses regionales, ningún colegio profesional ha hecho cuestión de estado ni logrado tocar “un pelo” ni sacudir ni un grado de la escala Richter al GORE; varios colegiados sacaron los pies del palto, varios colegiados en la corrupción, pero ellos siguen impertérritos con-servando “alianzas estratégicas” y no soltar la mamadera de proyectos que manan leche y hiel.
Con-servando su “emblemática” indolencia los piuranos sólo salen de su duro caparazón cuando les tocan sus intereses partidarios, solo así se acuerdan de “democracias” y de “resistencia” civil para amparar tiranos y corruptos; marchas de jóvenes bicentenarios azuzados por conocido color y que hoy ausentes, dormitan sobre sus pírricas victorias.