Cuando los peruanos creíamos que el Congreso había tocado fondo, ayer “trabajó” de madrugada, pero no para revertir el mayoritario rechazo de la población que les exige a sus integrantes que se vayan, sino para enfrascarse en un debate estéril sobre la “trascendencia” de construir un baño neutro como lo solicitaba la OEA como requisito para su reunión anual con sede en Lima. La decisión del Congreso, por supuesto, lejos de ser coherente y apropiada, terminó por colocar al país en el rubro de países retrógrados.

Después de tan “importantísimos” argumentos, las bancadas de Fuerza Popular, Acción Popualr, Alianza para el Progreso y Bloque Magisterial, Avanza País y Renovación Popular, entre otras, decidieron rechazar la realización de la próxima Asamblea General de la OEA en Lima como estaba previsto.

La razón es que la OEA, -según el sabio congresista Alejandro Muñante- al pedir que se garantice un baño neutro en la sede de la cumbre en Lima, trata de poner “de contrabando” en el país, temas que en el Perú aún no han sido aprobados como la “idelología de genero”.

Es decir, cuando el país necesita generar un clima de confianza ante los inversionistas y mercados extranjeros, a un puñado de mal legisladores se les ocurre rechazar una vitrina tan importante como la Asamblea General de la OEA, con toda la relevancia geopolítica que esta implica, con el gran impacto positivo que un evento así tiene para el sector turístico.

Ante el berrinche de los aliados (los mismos que hace pocos días se trajeron abajo la Asamblea Universitaria), el canciller César Landa, tuvo que salir a ‘implorar’ (en mensaje dirigido al Congreso) para que reconsideren el voto de ayer que impide realizar tan trascendente Asamblea, no sin antes recordarles que esto (el berrinche por el baño) perjudica gravemente la imagen internacional del Perú.

Sobre sus preocupaciones respecto al pedido de la OEA para que se garantice dicho servicio higiénico en las instalaciones de la cumbre (para personas discapacitadas, o para padres o madres con niños pequeños), les ha explicado que solo son facilidades únicamente para esta Asamblea, sin generar obligaciones internacionales a futuro.

El Perú haciendo el ridículo internacional gracias a su Congreso.