El balance de la tormentosa semana que acabamos de vivir los peruanos es que el Poder Legislativo, no ha entendido nada sobre la gravedad de la situación que atraviesa el país y donde el Congreso es actor principal; una vez más demuestran que ni siquiera están interesados en enterarse de qué es lo más relevante para el país. Debaten de cualquier cosa menos de lo urgente.
Mientras el país se pregunta que más tiene que pasar para que, por amor de Dios, busquen salidas claras a la crisis, lo único que hacen es jugar a competir con Palacio sobre cuál es el peor. Así Torres azuza, ellos jalonean.
A la congresista Digna Calle y su pedido para hablar de adelanto de elecciones -lo que el país pide a gritos-, la ignoraron, es lo que menos les importa. Simplemente la ningunearon. Lo más importante para ellos era “sacarse los ojos”, jalonearse e insultarse por conseguir la cuota de poder (tercera vicepresidencia de la Mesa Directiva) dejada recientemente por otra joyita del Parlamento, el sentenciado y fugitivo de la Justicia, Wilmar Elera.
Por cierto, en la perversa competencia de quién es el peor entre poderes, uno de los que más destaca es el piurano Elera. Si el desesperado presidente Castillo, atormentado por la detención de su hija putativa y amigos cercanos, inauguró esta semana su versión peruana de “Aló Presidente”, con una portátil que lo aplaude escuchándolo victimizarse para no responder a la avalancha de cargos gravísimos que se le imputan; Elera no podía quedarse atrás.
A pesar de que, a diferencia del presidente, no está investigado por colusión sino sentenciado a 6 años de prisión efectiva por su pésimo trabajo de supervisor de una obra en Pacaipampa, resulta que se niega a dejar el cargo, desde la clandestinidad dice que apelará. Pero nada dice sobre su deber de entregarse a la justicia.
Ese es el nivel de quienes deberían librar a los peruanos de un Castillo asustado capaz de sumergir al país en el caos social, con tal de no irse. Es muy poco lo que se puede esperar de un Legislativo que permite a un congresista Freddy Díaz seguir despachando en la misma oficina donde -admite- violó a una trabajadora.
Es incierto saber cuándo pasaremos esta aciaga página en que Perú se ha convertido en un país donde el PJ debe dar permiso a José Luna Galvez, quien tiene detención domiciliaria por corrupción, para que vaya al Congreso y asuma como Jefe de la comisión de Presupuesto.
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