Se vienen decisiones y semanas difíciles para el país no solo debido al crecimiento exponencial y crítico de contagios y fallecidos, sino al haber surgido nuevas variantes, una de las cuales ya circula en el país. A ello se ha sumado la reducción del tiempo en que los pacientes se agravan y el surgimiento de un nuevo grupo vulnerable: los jóvenes. Al cierre de esta edición, en el país los casos positivos de COVID-19 superaban el millón cien mil; según la Sociedad Peruana de Médicos Intensivistas, 1.300 peruanos esperaban una cama UCI y en siete o diez días se estarían necesitando unas 2.000, más del doble de las que actualmente tiene el Perú.
Aunque el Ejecutivo aún no ha definido las medidas a tomar ante este difícil panorama, pero es innegable que antes del 1 de febrero se adoptarán nuevas restricciones para contrarrestar los estragos que esta segunda ola empieza a causar en el sistema de salud.
¿Incluirán estas nuevas medidas la cuarentena total? Para la abogada Rosa María Palacios y el periodista Augusto Álvarez, es lo más probable. Sin embargo, para el ministro de Economía, Waldo Mendoza, esta posibilidad no está prevista por el momento, aunque podría aplicarse de manera focalizada. Es decir, si bien el Gobierno por ahora no planea mandar a todo el Perú a confinamiento, no descarta hacerlo con algunas regiones.
El Ejecutivo ha señalado que en la última sesión del Consejo de Ministros se acordó definir las medidas entre el Ejecutivo y los Gobiernos regionales y municipales. Conviene, por tanto, que para tomar buenas decisiones, que realmente permitan salvar vidas y a la vez proteger la ya bastante golpeada economía piurana, el Ejecutivo escuche no solo la opinión de las autoridades regionales y municipales, sino también las de los técnicos, colegios profesionales, Cámara de Comercio, Colegio Médico, etc.
No se debe perder de vista que, a diferencia de la primera ola, el Estado tiene menos capacidad para entregar bonos solidarios. No solo eso: ¿la economía regional resistirá un confinamiento total? ¿Los ciudadanos acatarán una medida radical en estos momentos? ¿La salud mental de los piuranos y la de sus familias soportará un nuevo encierro, aunque ahora sea más corto que el del año pasado?