La actitud de las Fuerzas Armadas al fijar ayer una posición clara de respaldo a la estabilidad democrática y el orden constitucional del país representado por el presidente de la República y jefe supremo de las FF.AA. y Policía, no hace sino allanar el camino para que el país dé vuelta a una página vergonzosa y retome -ojalá lo antes posible- su rumbo en la lucha contra la pandemia y hacia la recuperación económica y democrática.
El pronunciamiento de las Fuerzas Armadas genera buena dosis de estabilidad al sistema democrático, al haberse realizado como respuesta contundente de las fuerzas castrenses al presidente del Congreso, Manuel Merino, puesto al descubierto por su actiutud temeraria, al haber llamado a dos altos mandos de las FF.AA. para pedirles “garantías” porque -según él- el presidente Martín Vizcarra “podría ser destituido”.
Por si algunos tenían dudas sobre un plan golpista armado con antelación, ayer en conferencia de prensa el ministro de Defensa confirmó las llamadas de Merino al jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., general EP César Astudillo.
Al no tener éxito, llamó al comandante general de la Marina, almirante AP Fernando Cerdán, para informarle que (el presidente del Congreso) asumiría el Gobierno (en reemplazo de Vizcarra).
Agravó su situación el legislador acciopopulista, ya denunciado por sedición, al hacer las llamadas poco antes de ser presentada y debatida la moción de vacancia presidencial, evidenciando así su propósito de romper el carácter no deliberante de las FF.AA., contemplado en el artículo 169 de la Constitución Política.
Ante este gravísimo panorama generado con la evidente intención de prorrogar el mandato del “nuevo presidente” Merino -un golpista antidemocrático que dista mucho de Valentín Paniagua- y del Congreso por un par de años más, las Fuerzas Armadas salieron ayer a respaldar la democracia y el orden constitucional, reconociendo a Martín Vizcarra como presidente y jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, tal como manda la Carta Magna.
Si el primer mandatario debe responder por los audios “Swing”, ¿el presidente del Congreso no debería hacerlo por la presión a las FF.AA. mediante llamadas?