Es probable que una de las razones por las que el presidente Castillo evade siempre a la prensa, es porque no sabe qué responder sobre ¿qué está haciendo su Gobierno para enfrentar la amenaza, cada vez mayor, de desabastecimiento de alimentos, producto del alza de los fertilizantes en el sector agrario, un problema que va camino de convertirse en una de las peores pesadillas que enfrentarán los peruanos, en un difícil marco de inflación imparable, crisis de gobernabilidad, incertidumbre por la guerra y la crisis económica mundial?
Y es que ni los fantasmas de los monopolios y oligopolios, el maquillar paros cerronistas para pedir Asamblea Constituyente; el distraer al país hablando de Hitler; insultar al cardenal, o denunciar planes de golpe de Estado sin pruebas, como lo hizo ayer el señor Aníbal Torres, son argumentos que justifiquen a este Gobierno, que solo se dedica a apagar incendios sin hacer nada serio para atenuar el preocupante impacto del alza de los agroquímicos en el agro peruano, un problema que se veía venir y del cual ya desde el año pasado advertían los agricultores.
¿Cuál fue la respuesta del Gobierno? Designar a novato tras novato en el Ministerio de Agricultura. ¿El ministro y profesor Óscar Zea, tendrá alguna salida técnica ante la drástica caída de casi 90% en la importación de fertilizantes en el país, desde que comenzó la guerra? ¿Con promesas de comprar ferilizantes a Venezuela, Bolivia y Rusia, el Gobierno podrá evitar en la próxima campaña grande (que se inicia en agosto) una disminución del área sembrada de hasta 40%?
Según Carolina Trivelli, investigadora del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) en estos momento es “probable” que más de siete millones de peruanos ya hayan reducido sus porciones de alimentos o sacrificado por al menos un día su alimentación.
Es urgente que el Gobierno -tal como sugiere la especialista- designe y oficialice un sector o ministerio a cargo que genere un plan efectivo de corto plazo sobre las acciones que se realizarán para atender la crisis alimentaria “que nos acompañará por un buen rato”.
Castillo fue elegido para resolver problemas como este; por tanto, deberá decidir por la seguridad alimentaria de 33 millones de peruanos o los desvaríos de Cerrón.