Aunque el Perú se ha convertido en el país con la mayor mortalidad del mundo, después de Bélgica, la buena noticia es que los fallecimientos empezaron a descender lentamente.
El premier Walter Martos dijo ayer que “afortunadamente ha bajado” la tasa necrológica, como lo reportó el miércoles el Ministerio de Salud (Minsa): 123 decesos, considerada la cifra diaria mas baja de las últimas semanas.
Según los especialistas, otro dato interesante es que también bajó el promedio semanal de positividad: 27%, mientras que la semana pasada fue de 30%.
En Piura, si bien las cifras oficiales muestran picos como los 30 fallecidos y 756 nuevos contagios registrados solo entre el domingo y lunes, la tendencia de ambas tasas también es hacia la baja, según la especialista Isabel Gonzales, entrevistada por El Tiempo, quien considera que la razón podría ser el incremento de contagios. Al haber una gran parte de la población contagiada, el virus tiene menos posibilidades de transmisión, por lo cual se espera que la cantidad de nuevos casos descienda progresivamente en las próximas semanas.
De hecho, hay quienes estiman que al menos 30% de los piuranos ya se habrían contagiado, como es el caso de Lambayeque. Allí se confirmó esta data mediante el respectivo estudio de prevalencia, a diferencia de nuestra región donde seguimos sin contar con esa información a pesar de ser clave para orientar la estrategia y las medidas de prevención. Ya ha pasado casi un mes desde que la Diresa anunció que elaboraría esa investigación pero no se ve resultados.
Si el incremento de contagios aumentó al punto de desacelerar la curva de nuevos casos ¿conviene ampliar la inmovilización social dominical? Todo indica que no, aunque ayer el presidente del Consejo de Ministros no descartó ampliar esta y otras medidas restrictivas.
Lo cierto es que los piuranos no hemos ganado la guerra aún, los hospitales siguen colapsados, faltan camas UCI, el virus sigue siendo una amenaza mortal. Lo menos que debemos hacer es bajar la guardia en la prevención. El científico en computación Ragi Burhum insiste en que el Gobierno le haga caso a la ciencia, por ejemplo, no tomando decisiones en función de las cifras a nivel país, sino en función del comportamiento del virus en cada región.