La política del avestruz o táctica del “agache”, es decir “ocultar la cabeza” para pasar desapercibido y no enfrentar los peligros, se ha convertido lamentablemente para el gobernador regional en una práctica común en lo que va de su gestión.

Lo ha convertido casi casi en un precepto que acata al pie de la letra principalmente cuando se le exige representar a Piura en ceremonias públicas o simplemente dar cuenta de sus actos; por ejemplo, el haber dejado de asistir a su despacho sin dar explicaciones al Consejo Regional ni al vicegobernador, delegando a su gerente general para representarlo en los actos oficiales.

El último viernes, después de varias lunas y al parecer presionado por los reclamos de los consejeros regionales, se le vio dando declaraciones desde su oficina. Obviamente no dio una conferencia de prensa en la que tendría que rendir cuentas sobre temas incómodos, solo declaró para un medio digital.

Salvado el riesgo de una vacancia presidencial en Lima, corresponde a la segunda región en población, es decir a su cabeza visible el gobernador Servando García, salir al frente para exigir al Ejecutivo dar celeridad a la reconstrucción, a las medidas para afrontar la crisis sanitaria, dar respuesta a las demandas de los trabajadores de salud, salvar al agro piurano ante la falta de agua, entre otras urgencias.

Pudo hacerlo en la reciente cita de gobernadores con el jefe de Estado, pero no estuvo presente. Dónde estaba nuestro representante, nadie sabe, no dirá nada.

¿Es tan difícil que aquel a quien le dimos nuestra confianza rinda cuentas? No es sano que los piuranos permitamos agravios como este: desaparecer y quedarse mudo.

La “política del avestruz” debe llegar su fin. La región no puede seguir siendo relegada, como lo ha hecho la ARCC en la reciente priorización de obras en ocho ríos del norte, sin que su gobernador diga nada.

Nos esperan días difíciles, tenemos que echar a andar la economía regional cuánto antes y ante un reto tan imperioso nuestra primera autoridad no puede seguir siendo ciega sorda y muda, le corresponde salir a explicarnos a los gobernados y al Gobierno Central cómo su equipo de gestión está impulsando la dinamización de la inversión pública, tan reclamada para arrastrar la reactivación de negocios y empresas de diversos sectores. Gobierne