Hoy en día, la coyuntura exige nuevas habilidades en nuestros líderes para una eficiente gestión que les permita cumplir los objetivos de la organización.

Se entiende por habilidad aquella destreza que se logra por hacer bien lo que se sabe; es decir, por llevar a la práctica, de buena forma, un conocimiento o una teoría bien aprendida. En ese sentido, la competencia que en estos tiempos se vuelve vital en quienes dirigen organizaciones de vanguardia es tener pensamiento digital.

Tener pensamiento digital implica tener una inteligencia contextual, una capacidad de poder adaptarse a las nuevas tecnologías, aplicativos y plataformas digitales que permitan a los líderes de las organizaciones tomar decisiones en base a una data filtrada y analizada debidamente.

La transformación digital en las empresas y organizaciones es un proceso irreversible que va a suponer tener al frente líderes que tengan buena actitud hacia los cambios e innovaciones permanentes, con una posición de mente abierta para pensar “fuera de la caja”.

Un líder digital es aquel que tiene que seguir siendo el mismo que era antes, pero ahora con una buena dosis de comprensión y adaptación a la tecnología que le permita seguir estando cerca de su equipo, formándolo, capacitándolo y tratándolos bien, sin que lo digital o remoto haga perder el calor de las buenas relaciones humanas y el cuidado de los detalles.

La capacidad de servicio de un líder debe estar al margen de la virtualidad o distancias sociales. Uno debe ser líder con o sin tecnología, pero como ya se ve venir, los tiempos modernos nos exigen ser líderes digitales que estén alfabetizados en temas tecnológicos porque nos da la oportunidad de poder llegar a mucha más gente sin que la barrera geográfica sea impedimento para ello.