Hay ciertas autoridades elegidas por “voto popular” para administrar o dirigir una institución pública que es del “pueblo”, ya sea como alcalde o gobernador, quienes en su obcecada mente creen haber sido ungidos monarcas de un reino en el cual ellos son la autoridad suprema que hace y deshace dependiendo de su estado de ánimo o humor del día.
Eso ocurre en el GORE Piura desde la “asunción” del médico Servando García, cuya gestión -que concluye en diciembre-, se caracteriza por la arrogancia y el despotismo; por creer que no tienen ningún deber con la prensa regional y menos con los periodistas, a quienes –parece-, desprecian con furor perverso y les cierra las puertas en las narices así sean eventos públicos.
Les damos la razón. No tienen ningún deber con los periodistas, pero sí con un derecho fundamental al ser humano: el derecho a la información. Los periodistas no somos publicistas ni relacionistas públicos; nuestra misión es el servicio; informar, investigar y denunciar.
Como decía Darío Restrepo: es abrir la tapa del desagüe para que las cucarachas huyan. Quizás por eso odian el buen periodismo y a los periodistas.