El ministro de Salud, Víctor Zamora, de forma tácita ubicó ayer a Piura entre las regiones carentes de liderazgo para encarar al COVID-19; tal y como lo advirtió el presidente Martín Vizcarra, el último lunes.
Muchos piuranos –antes del comentario presidencial-, ya se habían dado cuenta de la orfandad de caudillismo regional, pues nuestras autoridades andan en pos de fotos, aplausos y popularidad. Vizcarra solo lo confirmó.
En vista de esta debilidad regional es que el ministro Zamora anunció ayer la llegada del “Comando de Operaciones COVID-19”, que se hará cargo del manejo clínico de pacientes en UCI; abastecimiento de insumos y equipos médicos; investigación; monitoreo y evaluación de la lucha contra el virus.
En cristiano: llegan como soporte de gestión, porque por aquí parece que nadie atina una.
Lo interesante de este anuncio es que las autoridades de Salud, EsSalud, Sanidad de las Fuerzas Armadas y Policiales, así como representantes de clínicas particulares de la región, encabezarán el monitoreo, evaluación y manejo de la pandemia, con lo cual los infectados no serán peloteados o ignorados como ocurre por estos días. Ojalá sea para mejor.