En una investigación de Contraloría, Fiscalía y el Minedu se descubrió a miles de maestros trabajando en centros educativos estatales de Lima, exhibiendo muy orondos y orgullosos sus títulos y pergaminos falsos obtenidos en el Jr. Azángaro, convertido desde hace algunas décadas en el ícono de la falsificación de documentos y en reflejo de la “viveza criolla” y la farsa.
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En un mundo donde importa más el “papel sellado y firmado (el cartón)” que el conocimiento, esta vieja modalidad de estafa se habría replicado en todo el país. Piura no está lejos de tener sus propios “graduados” en Azángaro o “Azangaritos” (réplicas provincianas), de donde han salido “distinguidos” maestros e investigadores académicos con maestrías y doctorados fantasmas de prestigiosas universidades del país y hasta del extranjero.
Si esto ocurre en los colegios públicos… ¿qué estará pasando en los colegios privados; cuántos “graduados de los Azángaros” usurpan una plaza de maestro? Y lo más intrigante: ¿Qué estarán enseñando a los futuros ciudadanos? Ante ello, es imperativo revisar títulos para detectar cuántos sinvergüenzas usurpan un puesto de maestro o de otras profesiones.
